Las películas con más ritmo de los Oscars

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Las películas con más ritmo de los Oscar
Laura Placer / Óscar Ayerra

«La La Land: la ciudad de las estrellas» va camino de convertirse en el undécimo musical en conseguir el premio más anhelado de la industria del cine, pero no es el único que ha hecho bailar a los académicos de Hollywood.

24 feb 2017 . Actualizado a las 16:03 h.

Casi 90 ediciones de los premios Oscar han dejado grandes momentos para el recuerdo. En una despedida se antoja conocida la frase «siempre nos quedará París» o «sayonara, baby», por no hablar de las veces que habrá sido pronunciada la expresión «le haré una oferta que no podrá rechazar». Pero el cine no solo nos ha dado citas célebres, también nos hace bailar rodeando a una farola en días de lluvia e incluso nos ayuda decir sin pestañear difíciles trabalenguas como «supercalifragilisticoespialidoso».

El género musical ha pasado por muchas etapas en su vida y este año, con Emma Stone y Ryan Gosling a la cabeza, parece que puede llegar a resurgir de sus cenizas.

Los años treinta, con los recién estrenados premios Oscar y la explosión del cine sonoro, dieron el impulso a películas que combinaban los diálogos con números de baile y canciones. Como asegura el catedrático en Historia del Cine de la Universidad de Santiago, Ángel Luis Hueso, «la fórmula del género es el equilibrio entre la historia y los elementos propios: música, danza...», pero esta receta no es inalterable.

Tras el éxito de los musicales en la primera mitad de siglo en los que los números de baile eran el elemento predominante, llegó la transformación del género. «En los años sesenta de repente desaparecieron los bailarines y hubo una época en la que solo se hacían musicales de canciones», comenta el profesor Hueso.

Después del éxito de cintas como West Side Story o Sonrisas y Lágrimas, llegaron los años oscuros para el musical. La producción de películas musicales cayó y con ella la presencia en los premios de la Academia. Durante casi cuatro décadas, las canciones y el baile abandonaron las historias cinematográficas.

Con la llegada del siglo XXI los musicales de Hollywood se han convertido «en una especie de río Guadiana, desaparecen y vuelven a salir a la superficie», como ejemplifica Ángel Luis Hueso.

Con tan solo un galardón a mejor película en los últimos 49 años, La La Land: la ciudad de las estrellas podría romper esta racha y llevarse a casa la tan ansiada estatuilla dorada.