Meyer retrata esa América que no sale en la televisión

FUGAS

17 feb 2017 . Actualizado a las 05:30 h.

Dicen los popes de la crítica literaria estadounidense que el autor Philipp Meyer (philippmeyer.net) merece compararse con Steinbeck, o al menos, igualarse al Cormac McCarthy de Meridiano de Sangre. A mí me ha gustado incluso más. El Meyer que conocimos en castellano con su deslumbrante novela de frontera El hijo regresa ahora hasta nosotros con la obra con la que debutó en el mundo literario: El valle del óxido (American Rust en su título original).

Una novela que retrata de forma magistral la decadencia económica de la América industrial y las consecuencias que esta tiene para los en otro tiempo prósperos habitantes de la pequeña villa de Buell. Una historia de desencanto con un motor narrativo muy potente que nos mantiene atrapados y nos hace vivir pegados a los personajes que palpitan y sufren en cada página.

Billy Poe e Isaac English son los dos jóvenes veinteañeros que protagonizan esta novela de depresión en la que vemos la cara real de la crisis económica. Los rostros de los que sufren tras las cifras. Ellos han crecido y madurado en un mundo que se desmorona. Una zona industrial en declive económico y moral que Meyer perfila con precisión y que suaviza con descripciones fascinadas de la naturaleza que sobrevive al paso fatal del hombre. Un toque ecologista.

Billy Poe es un chico violento y leal que desaprovechó sus oportunidades de ir a la universidad con una beca deportiva y vive con su madre Grace en una caravana. Isaac English es un muchacho muy inteligente que se ha quedado anclado en esa pequeña villa de Pensilvania, condenado a cuidar de su padre inválido mientras su hermana se licencia en Yale y emprende una nueva vida casada con un millonario. Ellos son dos antihéroes atrapados en una vida sin color que hastiados de dar tumbos deciden cambiar el rumbo. Pero un hecho desafortunado irrumpe en su huida condicionando sus vidas e impregnando la novela de un sentimiento de arrepentimiento y fatalismo.

Es una historia de carretera, de huida, pero también de crimen y de prisión. Una historia en la que los personajes toman las decisiones equivocadas (robar a un padre, retar a un cabecilla carcelario, engañar a un marido...) y pagan por ello. Meyer construye una novela de héroes imperfectos cuyas voces oímos de forma individual en los distintos capítulos. Cada uno tendrá la oportunidad de dar su propia versión de los hechos, de comunicarnos sus temores y sus esperanzas. Cada personaje mostrará su aislamiento, su soledad, su indefensión ante el destino.

Merece la pena leer esta novela sombría y apasionada que destapa la vida de esa otra América que no sale en la televisión.