Todos contra Trump

FUGAS

Los canadienses Arcade Fire, que editaron  I Give You The Power  en referencia a Donald Trump
Los canadienses Arcade Fire, que editaron I Give You The Power en referencia a Donald Trump

Hubo reacción contra Thatcher, contra Bush y contra Reagan. Pero la que se ha generado en la música popular con el actual presidente de los Estados Unidos no tiene parangón. Las guitarras y los estribillos rugen. Y la cosa va para largo.

03 feb 2017 . Actualizado a las 14:28 h.

Ha nacido una suerte de subgénero musical? ¿Podemos hablar ya de un rock anti-Donald Trump? ¿La reacción de los músicos contra el actual presidente seguirá o se desvanecerá con los meses? Los interrogantes están formulados. Las respuestas empiezan a perfilarse. Todas afirmativas. No se recuerda una reacción así en el mundo de la música anglosajona. Es cierto que la Reina Isabel II o Margaret Thatcher se convirtieron en la diana de bandas como Sex Pistols, The Specials, The Jam o The Smiths. O que George Bush logró irritar al máximo a formaciones como Fugazi, Public Enemy o R.E.M, para que años después su hijo generase el mismo rechazo. Pero una respuesta tan masiva y contundente como la que existe en forma de canciones contra Trump no se conocía. Y ojo, se trata solo del principio.

No había pasado ni un mes de la victoria del líder republicano y los raperos Run The Jewells editaban RTJ3, considerado el primer disco protesta de la era Trump. No escatiman en violencia musical y poética. («No más madres y padres llorando / No más brazos al aire / Ponemos las pistolas en el aire / Cócteles molotov volando por los aires»). Poco después apareció Smoke ‘em Out, la colaboración entre Anohni y CocoRosie. Tampoco contemporizan con las metáforas en su pop intrépido. Instan a quemar la casa de Donald Trump y plantarle cara «con una multitud de mujeres y niños armados con tenedores y cuchillos».

El río turbulento siguió fluyendo. Green Day editaron el 16 de enero Troubled Times, un single guitarrero en que el trío se pregunta «¿Qué parte de la historia aprendimos cuando se repite? / Algunas cosas nunca vencerán, si no lo buscamos / El mundo deja de girar, el paraíso está ardiendo / así que no te lo pienses dos veces». Por si quedase alguna duda, los californianos lanzaron un vídeo (obra del gallego Manu Viqueira) totalmente explícito, en el que se repasa esa historia americana llena de momentos de luz y de tinieblas.

Entonces, Donald Trump aún no había sido investido. Eso ocurrió el día 20. En paralelo, una de las bandas más importantes del rock alternativo actual, Arcade Fire, lanzaron I Give You The Power con toda la intención del mundo. Sobre un colchón de tenso pop electrónico asistido por la voz de Mavis Staples, la banda de Win Butler dice: «Yo te doy poder, pero tengo que ser libre». En su cuenta de Twitter se puede leer lo siguiente: «Nunca ha sido más importante estar juntos y cuidar los unos de los otros».

El mismo día también lanzó un single Gorillaz, Hallelujah Money, con recados para Trump y un videoclip cargado de simbólicas imágenes que concluyen en una que habla por sí sola: Bob Esponja rompiendo a llorar y escapándose de lo que está viendo. Terrible.

UNIRSE POR LA CAUSA

Unos se ponen a componer como locos en medio de la tormenta. Otros vuelven a los escenarios para alzar su voz. Es el caso de Audioslave, supergrupo formada el líder de Soundgarden Chris Cornell y los Rage Against The Machine, Tom Morello, Tim Commerford y Brad Wilk. Se reunieron para el evento Power To The People. ¿El mensaje? «Resistencia al racismo. Resistencia al sexismo. Resistencia a la homofobia. Resistencia al bullying. Resistencia a la devastación ambiental. Resistencia al fascismo. Resistencia a Donald Trump».

A ese concepto se ha adherido también esta semana Bruce Springsteen. Tras la marcha de las mujeres, habló en medio de la gira australiana: «Nuestros corazones y pensamientos están con los cientos de miles que salieron a las calles para protestar. Mi banda y yo también formamos parte de la nueva resistencia americana». Sobra insistir en la gran protagonista de aquella marcha, Madonna. Una frase suya ocupó los titulares de medio mundo: «He pensado en hacer explotar la Casa Blanca, pero escojo el amor».

IBA A LLEGAR

Aunque toda esta repuesta masiva de la cultura pop contra el nuevo dirigente americano pueda verse como una explosión repentina, lo cierto es que todo viene de muy atrás. La victoria la detonó. Pero la ira contra Trump ya se palpaba en American Band, el disco que la banda sureña Drive-By Truckers lanzó el pasado otoño. Todo un tratado contra esa nueva política que, al final, se asentó. También existen en la hemeroteca reciente declaraciones y gestos de repulsa. En noviembre los Guns n’ Roses actuaron en México. Al término de su concierto se pudo ver colgando de su escenario una gran piñata con el rostro de Trump. Axl Rose pidió a algunos de sus seguidores que subieran al escenario y la destrozasen a palos. Antes, era el batería de Metallica Lars Ulrich quien aseguraba que si finalmente vencía en las elecciones él tomaría rumbo a Dinamarca, su país natal. Por ahora, no se sabe nada de ese movimiento.

Mucho antes, en mayo, varios artistas prohibieron de manera rotunda que se usase su repertorio en los actos de campaña de Donald Trump. Entre ellos se encontraba Adele, Neil Young , R.E.M. o los Rolling Stones. Cuando estos comprobaron como el entonces aspirante a presidente usaba Star Me Up para sus mítines, dieron la orden: que no se repita.

Incluso se creó la campaña 30 Days, 30 Songs. En ella se lanzaba un tema al día que hubiera sido «grabada y escrita para una América libre de Trump». La lista la inauguró Death Cub For Cutie y luego desfilaron nombres como Franz Ferdinand, R.E.M o Aimee Mann. Incluso el rapero Eminem puso sus virulentas rimas al servicio de la causa con Campaign Speech. Pero no sirvió de nada. Donald Trump gobierna. Le ganó el pulso el rock. Pero este no se da por vencido. Quedan muchas canciones por sonar.