El músico cubano actúa en Vigo acompañado por la Orquesta Sinfónica Vigo 430 (Auditorio Mar de Vigo, a las 19.00) y el miércoles estará en A Coruña (Teatro Rosalía de Castro, a las 20.30) junto al Quinteto Cimarrón.
20 ene 2017 . Actualizado a las 09:36 h.Con 10 años debutó en el Teatro Nacional de La Habana. Con 17 era solista de la Sinfónica Nacional de Cuba. A los 30 obtuvo su primer Grammy. Después llegarían otros 13 más. En 1980 abandonó Cuba. «Las dictaduras siempre han perseguido al jazz porque es sinónimo de libertad», me dice. Y desde su exilio en Nueva York se convirtió en leyenda viva del jazz latino. Paquito D’Rivera actúa el domingo en Vigo acompañado por la Orquesta Sinfónica Vigo 430 y el miércoles en A Coruña junto al Quinteto Cimarrón. Son las 11 de la mañana en Manhattan cuando, jovial, contesta al otro lado del teléfono. «Que ganas tengo de estar en Galicia. Para comer pulpo y librarme de este frío del carajo», espeta.
-¿Por qué su interés por acercar el jazz a la música clásica?
-Porque no hay nada en el mundo que suene como una orquesta sinfónica ni nada tan libre como el jazz.
-¿Tienen en común más de lo que pensamos?
-¡Son los mismos doce sonidos! Son dos variantes del mismo idioma. Es como cuando hablan un español y un puertorriqueño. Y esas variantes que uno no conoce son precisamente las que enriquecen el idioma del otro.
-¿Para quien resulta más complicado ese acercamiento?
-Los músicos sinfónicos suelen tener problemas para adaptarse a los ritmos del jazz y de la música latina en general. Y a los músicos de jazz les cuesta ceñirse al corsé de la orquesta. Pero ese aparente abismo es cada vez más pequeño y cada vez nos entendemos mejor los unos con los otros.
-¿Cuál ha sido la principal aportación de los latinos al jazz?
-Nuestra contribución a la música americana ha sido monumental e insoslayable. Hasta el punto de que hoy no se entendería el jazz sin la aportación latina.
-¿Quién ha sido el más grande?
-Para mí fue Louis Armstrong. Pero hay tantos... Duke Ellintong, Dizzie Gillespie, Miles Davis, Charlie Parker que es mi ídolo... Pero Louis fue quien definió la figura del músico del jazz.
-Obama dijo que antes que las escuelas y el deporte, fue el jazz el que borró la segregación racial.
-De verdad que sí. Fue un elemento que en Estados Unidos sirvió para unificar. Por eso no entiendo que ahora se persiga a los inmigrantes. La inmigración está en las bases de la cultura americana.
-¿Como miembro de la comunidad latina, como afronta la presidencia de Trump?
-Como dicen los americanos hurry up and wait (date prisa y espera). Porque, coño, este hombre es pura contradicción. Pero si Trump ha llegado hasta ahí es porque mucha gente ha votado por él.
-¿Celebró la muerte de Fidel?
-Sí, pero ahora queda el hermano. Lo que hay es que cambiar el sistema. Y el régimen no se va a caer a besitos. Ninguna dictadura del mundo ha caído a base de amistad, solidaridad y diplomacia.
-¿Confía en volver a tocar algún día en Cuba? ¿Lo ve ahora más cerca?
-Sí, mi amol (se ríe). Claro que tengo la esperanza de regresar a mi país y ver el destrozo que hicieron. Pero mientras yo tenga que pedir un permiso para entrar en mi país no voy a ir.
-¿Qué música cree que estaría haciendo si ahora tuviese 20 años?
-Seguro que estaría haciendo muchos y muy distintos estilos musicales pero la base siempre sería el jazz, porque me da la libertad de poder improvisar y no pasarme toda la noche tocando lo que está escrito.
DOMINGO, 19.00. AUDITORIO MAR DE VIGO ENTRADAS desde 25 EUROS. miércoles 25, 20.30. a coruña. teatro rosalía de castro ENTRADAS desde 12,50 EUROS