Vigo añade fantasía al perfil de cemento

FUGAS

Oscar Vazquez

Trece medianeras en una primera fase iniciada el año pasado, junto a catorce más este año, han contribuido a transformar el paisaje urbano vigués.

02 dic 2016 . Actualizado a las 05:20 h.

Fue el año pasado cuando un puñado de artistas seleccionados recibieron como encomienda vestir con creatividad algunas de las paredes desprovistas de alegría e interés dentro del paisaje urbano vigués. Se trataba de lograr que el ciudadano alzase la cabeza para contemplar muros insípidos y medianeras de edificios tomografiados, saliendo a la calle con el mismo interés que muestra quien entra en un museo. El programa municipal bautizado como Vigo, ciudad de color creció tras un experimento piloto desarrollado en la Porta do Sol, una reproducción a gran escala de la obra Fiestra, de Urbano Lugrís, en este caso sobre lona, fue el punto de partida. El plan creció sin vinilos de por medio y arrancó, tras un proceso de selección, con trece propuestas salpicadas por diferentes barrios, autores y estilos. Lo curioso de las propuestas es que convencieron a todos. Tuvieron eco entre los más rebeldes, acostumbrados a tener las calles como lienzo (como el trabajo de Ash en el Parque Camilo José Cela, el mural de Pelucas en la calle Don Quijote, el doble lienzo de Peri en la fachada del CEIP Illas Cíes, en Coia; o la onírica fantasía de Liqen en Hispanidad). Pero también a los integrados en el circuito oficial, como Xavier Magalhaes, Nelson Villalobos o Darío Basso, con reconocida trayectoria internacional. Junto a ellos, colectivos ilusionados como Proyecto Ewa, con tres murales adjudicados en la primera fase y uno añadido a posteriori, dedicado a Carme Kruckemberg. En su caso, al hecho artístico se suma el poético, ya que los murales del grupo se realizan con la misma filosofía que la que les unió: buscar la transformación de los espacios públicos a través del arte y la poesía, por eso incluyen textos con mensaje. Marcos de la Fuente, agitador, poeta y uno de sus integrantes, recuerda: «Somos vigueses que amamos Vigo y buscamos una nueva sensibilidad para que la ciudad mejore».

XOAN CARLOS GIL

El plan municipal tuvo segunda entrega y este año se cubrieron otros tantos muros y uno más. Tapizar tantos metros cuadrados de pintura no es gratis. 230.000 euros fue el presupuesto de la primera fase y 150.000 el de la segunda. Nuevamente, se mezclaron ideas, nombres y colores En esta última se añaden intervenciones de artistas del grafiti como Nano4814, que expuso en la Tate Modern. De su huella en Vigo aún quedan restos en puertas y vallas de comercios, su espacio natural antes de arrinconar el underground para dar el salto a museos y galerías. El Concello de Vigo ha editado una guía con todos y un mapa para recorrerlos.

Reto vertiginoso

La experiencia, además de edificante para vecinos y paseantes, resultó gratificante para sus autores, a pesar del reto. Pilar Alonso, en colaboración de nuevo con Proyecto Ewa, pintó junto a textos de Chus Pato la medianera de un inmueble en Fragoso, 93. No olvidará este verano, porque en plena ola de calor, ella está subida a una grúa para pintar en una superficie de 25 metros de alto y dar vida al lienzo más grande que hizo nunca. «Fue un reto técnico y físico. Nunca había trabajado en vertical. Fue tremendo», recuerda la viguesa, que estudió Bellas Artes en Sevilla y residió en Berlín becada por la Barrié.