Pimpinela: «Nosotros espiamos la intimidad de la pareja»

Javier Becerra
Javier Becerra A CORUÑA

FUGAS

Lucía y Joaquín Galán viajarán en septiembre a Galicia para participar en un programa de televisión
Lucía y Joaquín Galán viajarán en septiembre a Galicia para participar en un programa de televisión

Lucía y Joaquín Galán son un subgénero de la música pop. El dúo que componen y que lleva funcionando desde los años ochenta fabrica pequeños dramas de pareja en píldoras de dos y tres minutos. El proximo 14 de octubre estarán en A Coruña.

07 ago 2019 . Actualizado a las 16:33 h.

Pese a su popularidad y apego por Galicia, Pimpinela no había actuado nunca en A Coruña (Teatro Colón, 14 de octubre) o Vigo . «Allí no voy desde que era pequeño y viajábamos en barco a España», dice Joaquín Galán, mitad del dúo que completa su hermana Lucía. Llegan agresivos, con nuevo disco y canciones con títulos como Bastardo. «Es fuerte, porque ahí hablamos de la infidelidad de un hombre, teniendo como amante a la hermana de su mujer. Es una historia real», añade.

-¿Lo suyo es teatro musicado o música teatralizada?

-Diría más música teatralizada, porque la melodía es clave. Le da el envoltorio justo para que tome fuerza. Al teatro le quitas la música y sigue siendo teatro, pero la música es el vehículo clave.

-¿Y pop «telenovelesco»?

-Puede ser. La telenovela es un género un poco más dramatizado que lo nuestro. La diferencia es que lo que ellos hacen en 100 capítulos, nosotros lo metemos en una canción. Pero sí, son historias y a nosotros nos gusta contar historias más allá de decir «te quiero, cómo te extraño».

-Historias entendibles. ¿Rehúyen las metáforas?

-Nuestro lenguaje es directo. Me encantan las canciones con metáforas, pero en casa no hablamos con metáforas. Nosotros lo que hacemos es espiar la intimidad de una pareja y usamos el lenguaje común de todos los días. La idea es mostrar la realidad, no convertirla en poesía.

-¿Hay temas de amor sin despecho en su repertorio?

-Sí, Vivir sin ti no puedo de los ochenta. Amor de hermanos, que está en el nuevo disco. Dejar vivir, una canción en homenaje al amor igualitario que se aprobó por ley en Argentina, siendo el primer país de América. Pero a la gente le quedan las historias fuertes.

-¿Tenían un referente cuando empezaron?

-No, solo mi intención de hacer algo diferente. Viendo a Lucía, que hacía teatro, un día aparecí con la canción de Olvídame y pega la vuelta. Nos empezamos a divertir. Nuestros amigos, también. Empezó como un juego.

-A lo grande, con su himno.

-Sí, fue como el Yo soy aquel de Raphael.

-¿Continúa siendo el tema más esperado?

-Sí, hasta hace poco me decían que era la canción número uno en los karaokes. Padres e hijos, parejas, amigos y amigas se subían a cantarla.

-En España cuesta formar gobierno y se lee: «Parecen Pimpinela». ¿Qué le parece?

-Nos sentimos como si nos homenajeasen. En cierto modo somos como una marca registrada, cuando quieren definir una situación así a veces acuden a nuestro nombre en los titulares para que la noticia tenga más repercusión. Eso nos llena de orgullo. Uno no pretende gustarle a todo el mundo, pero es bueno que te conviertan en referente.

-Gustos aparte, Pimpinela caen bien a todos. ¿Por qué?

-Creo que hicimos un camino paralelo a todo. Intentamos no ser una moda y hacer una carrera de fondo. No molesta porque no compite con nada. Cuando aparecían Ángela Carrasco y Camilo Sexto cantando y mirándose decían: «¡Ah mira, como Pimpinela!».

-¿Es Pimpinela un grupo feminista?

-Yo lo veo así. Cuando empezamos, en los ochenta, América Latina era un criadero de machistas. Lucía se convirtió en la heroína de esas mujeres que habían sido sumisas. Incluso en España. No era normal entonces ver a una mujer diciéndole «¡Basta!» al machismo, a la mentira y la infidelidad, asumiendo que podía vivir sola sin él.

-¿Y cómo ha cambiado el hombre?

-Estamos desorientados [risas]. En el disco del 2011 había una canción, Prefiero estar sola, en la que ella dice que no quiere al hombre si no puede estar de igual a igual con él. Eso es así y nuestras canciones reflejan esa realidad.