Las afinidades de Wim Wenders

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa EL RINCÓN DEL SIBARITA

FUGAS

24 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Quien ha visto Paris, Texas no olvida la primera vez que contempló su inicio: Harry Dean Stanton (Travis) camina por el desierto, vestido de traje y corbata, con una visera roja en la cabeza y una garrafa de agua en la mano mientras la guitarra slide de Ry Cooder se lamenta.

Wenders, el más americano de los realizadores europeos del último medio siglo, tal vez alcanzó la cima de su carrera con esta película insólita, de una rara perfección, construida a partir de un guion de Sam Shepard y de la atmósfera inquietante de sus Crónicas de motel.

El sello argentino Caja Negra se adentra en el particular universo de Wim Wenders con la publicación en español de Los píxels de Céxanne y otras impresiones sobre mis afinidades artísticas, una colección de escritos dispersos y heterogéneos, elaborados originalmente para catálogos, discursos o cabeceras alemanas, pero unidos por un hilo reconocible: la indagación en las devociones, obsesiones, inquietudes y afinidades que explican algunas de las claves del cineasta alemán. Y es que, como admite aquí el propio Wenders, solo al poner sus ideas sobre el papel concluye su visión de la realidad:

-Solo escribiendo puedo pensar las cosas hasta el final.

Por aquí aparecen Bergman, Antonioni (con quien colaboró en la dirección de Más allá de las nubes), la pintura de Hopper, los wéstern de Anthony Mann, un cineasta centenario llamado Manoel de Oliveira, la fascinación de Fassbinder por los melodramas de Douglas Sirk o la capacidad de Cézanne para ver las cosas tal y como ahora las vemos con un siglo de anticipación.

Y, al fondo, esos Estados Unidos que cautivan al más alemán de los directores norteamericanos. Lo apuntaba hace años Sam Shepard:

-Wim tiene esa fascinación por América que yo comparto. Creo que, por su europeidad, hay ciertas cualidades de la cultura americana que él encuentra fascinantes y muchos directores americanos simplemente ignoran.