Se acabó pinchar los discos en horizontal

Fernando Molezún LA HABITACIÓN DE DIÓGENES

FUGAS

24 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo último para incluir en el apartado de cachivaches y caprichos varios es un tocadiscos vertical. Así, desafiando a la ley de la gravedad y, de paso, a toda lógica, desde Chicago llega esta preciosidad cuya utilidad y funcionalidad están todavía por demostrarse. Lo ha parido la gente de Gramovox, exquisitos fabricantes de aparatejos que, habitualmente, quedan fuera del alcance del consumidor de música medio. Como el gramófono bluetooth, un altavoz con forma de cuerno gramofónico estilizado que no hace falta ni enchufarlo al equipo para que escupa música. La excusa que ponen los fabricantes para disculpar el disparate de poner un disco en vertical es que siempre han reconocido al vinilo como una pieza de arte, aseguran. Y que, por ese motivo, creen que debe ser contemplado como tal, sin necesidad de doblar las lumbares sobre una mesa. En su página web explican el modo de sujeción del disco y el mecanismo de presión de la aguja, y confirman su fiabilidad. Hay que admitir que es una chulada, pero a mi no deja de darme un vértigo de aúpa.