Bala: «Cuanta más distorsión y volumen haya mejor»

Javier Becerra
Javier Becerra A CORUÑA

FUGAS

MIGUEL VIDAL

En algún lugar intermedio entre Black Sabbath, Kyuss o Nirvana se encuentran Bala, el grupo del momento. Las coruñesas han agotado elogios con un directo explosivo. Mañana estarán en el Ladyfest de Pontevedra

09 oct 2015 . Actualizado a las 18:17 h.

Es el momento de Bala. Totalmente. Anxela Baltar (rubia, guitarra y voz) y Violeta Mosquera (morena, batería y voz) son las responsables de la banda más excitante del último rock gallego. Acaban de sacar Human Flesh, su mini elepé de debut. Una pequeña joya con cuerpo hard-roquero, alma punk y pegada para todos los públicos. Pero donde impactan realmente es en directo: una experiencia de placentero sudor. En el escenario saltan chispas. En el público, suspiros de placer. Anxela asegura que acceden a otra dimensión. Creánla. 

-¿Le encanta regodearse en la electricidad?

-Sí, me gustan los pedales, el fuzz y la distorsión. Siempre me parece poco, la verdad. Cuanta más distorsión y electricidad haya mejor. Nunca me llega, por mucha que meta.

-La gente habla de sus referencias desde los noventa hasta esta parte. Sin embargo, ahí está Led Zeppelin y Black Sabbath, ¿no?

-Led Zeppelin es el grupo favorito de Vio y Black Sabbath, uno de los míos. Me halaga que alguien pueda intuir eso. En cuanto a técnica, no me veo cerca de Led Zeppelin, claro, sino muy lejos [se ríe]. Pero en cuanto a sonido sí. Y, bueno, a Black Sabbath los escucho mucho. Eso acaba reflejándose en los temas más pesadotes.  

-¿Cuál fue el grupo que le empujó a tener el suyo?

-Bueno, el grupo de mi vida es Nirvana. Al 100%. 

-Se intuía.

-[Risas] No lo oculto, la verdad. Empecé con Nevermind, pero luego me metí en el Bleach. Es mi disco favorito. Creo que Bala es muy Bleach.  

-Hay grupos que plantean los conciertos con introducción, nudo y desenlace. Lo suyo parece que va todo comprimido. ¿Es su filosofía?

-Sí, esa es la idea. Que vaya todo del tirón. No me gustan las pausas entre canciones. A veces, porque a Vio se le desabrocha un zapato, hay que parar [risas]. Pero a nosotras nos gusta transmitir fuerza. Y la mejor manera de conseguirlo es esa.

-¿Entran en trance al tocar?

-Totalmente. Es como si te vieras en un sueño. Cierras los ojos, los abres y te parece todo surrealista. Libera muchísimo. Entras en otro mundo. Es una sensación complicada de describir, pero se trata del mayor placer que tenemos a día de hoy: la música y, especialmente, tocarla en directo. Cuando te metes en el bucle del sonido no quieres salir más. 

-Al margen del sonido, contagian con su imagen y actitud en el escenario. 

-[se ríe] Eso es por lo que sentimos y por tocar, tocar y tocar. En mis primeros conciertos yo estaba rígida. Ahora pienso en disfrutar. Y Vio también. Eso se transmite

-¿Hay sitio para la delicadeza en Bala?

-Mmmm... casi te diría que no. Nos han propuesto hacer acústicos, pero los hemos rechazado. No nos representaría. Yo escucho a grupos como Low, pero el cuerpo no nos pide eso para nosotras. Tú ves a Vio tocar y dices: «No, tiene que tocar caña y rápido» [risas].

-¿Descartamos entonces verla con escobillas?

-Totalmente. Para nada. Estaríamos reprimiéndonos.

-Sin llegar al tema acústico, ¿unas melodías poperas en plan Nirvana no podrían ser?

-Melodías tenemos, pero no sé muy bien dónde va a acabar esto. Los temas nuevos son más cañeros aún. Yo grito más que nunca, así que no sé.

Pontevedra. Liceo Mutante. 10 de octubre. 19.30 horas (Bala actúan a las 21 horas). 6 euros