Después de varias peticiones, Confederación Hidrográfica Miño-Sil ha dado permiso al Concello de O Barco para deshacerse de las algas que han hecho prácticamente una selva la zona de baño del Malecón. Pero ha puesto una condición, no puede utilizarse ningún tipo de maquinaria en las tareas, lo que obliga a realizar todo el trabajo a mano. Y, además, la entidad no sufragará la actuación con ninguna cantidad de dinero.
Ante esta situación, los cálculos del Concello de O Barco no salen. «Ante la dimensión descomunal que han cogido las algas este año, con los obreros que tenemos en el Concello no daríamos terminado en todo el verano, y contratar una empresa es inasumible, porque no sabemos el coste, ya que dependerá de las horas de trabajo», apuntaba ayer el alcalde, Alfredo García, después de emitir un bando exponiendo la situación a los vecinos. ¿Solución? Pues la que se les ha ocurrido a los responsables municipales es solicitar la colaboración de los vecinos, «que además es como se hizo toda la vida, los bañistas limpiaban el río», recordaba el edil Eduardo Ojea.
La cita será mañana, a partir de las diez, en la pasarela verde que cruza el Malecón, con el objetivo de ir río arriba hasta llegar a la pasarela de Viloira. O hasta donde sea posible, «porque claro, no sabemos cuánta gente acudirá, aunque hemos pedido ayuda a los clubes deportivos y hemos tenido buena respuesta», ahondaba García. Los trabajos a pie estarán apoyados por los voluntarios de Protección Civil, que irán con la lancha para recoger las algas y depositarlas en la orilla. También una asociación aportará dos lanchas neumáticas para trasladar los restos vegetales, que después se usarán como abono.