Montederramo vuelve al campo

Miguel Ascón Belver
MIGUEL ASCÓN OURENSE / LA VOZ

FIRMAS

El segundo concello con más vacuno de carne de Galicia, en incremento

19 may 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

En el año 1989 Montederramo tenía 1.728 cabezas de ganado vacuno y, según el último censo agrario del Instituto Galego de Estatística, actualmente tiene 3.065. Es el segundo concellos de Galicia con más vacas para la industria cárnica, unos datos que se corroboran con una visita al municipio, famoso como no podía ser de otra forma por una fiesta de la carne. Allí, además, los vecinos aportan algo más, que aunque ahora hay más ganado, este está concentrado en menos manos, es decir, que las explotaciones han crecido de tamaño para ganar en rentabilidad.

Sea como sea, el caso es que está claro que una de las principales fuentes de ingresos del municipio está en la ganadería. La otra es el turismo. El secreto está en su riqueza natural -se encuentra entre la Ribeira Sacra y el Macizo Central- y arquitectónica, con el monasterio de Santa María como principal reclamo. Casas rurales, empresas de turismo activo y restaurantes se benefician del atractivo turístico del municipio ourensano.

Un municipio que, por otra parte, es eminentemente rural, con todo lo que ello implica. El envejecimiento de su población es patente. Tan solo están censadas allí quince personas de menos de quince años y el colegio del que hasta ahora disfrutan en la localidad podría estar en peligro en un futuro no muy lejano. No en vano, hace tan solo diez años, Montederramo tenía 1.221 habitantes, un 30 % más que en la actualidad.

Los pueblos se quedan vacíos en un municipio como este, que está alejado de todo y que más alejado podría estar aún si se cumplen planes como el de eliminar juzgados. Si sale adelante el proyecto, el concello pasaría a depender del de O Barco de Valdeorras, que está a hora y media de distancia en coche y no hay ningún tipo de transporte público. Son las paradojas de un rural que, si no haya verdadera rentabilidad en el negocio de la ganadería, seguirá desapareciendo. Y, que ocurra eso es casi como pedir una utopía, dicen los empresarios del campo.