«La calidad de la cocaína es baja»

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

FIRMAS

Terapeutas observan un aumento de menores que acuden a Aclad por fumar cannabis

04 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«Los consumidores que vienen aquí constatan que ahora la cocaína está muy adulterada»

Mayte Lage

«La cocaína no subirá mucho, pero lo que sin duda ha bajado es el consumo de heroína. En eso ha tenido que ver que en A Coruña ha desaparecido Penamoa. Había consumidores que venían andando desde Bergondo para pillar. Ahora está más complicado porque los puntos de reparto se han distribuido y es complicado hallarlos». Hace tiempo que el joven que habla flirtea con las drogas. Controla bien el mercado. Ahora acude cada día a un centro que la Asociación Ciudadana de Lucha contra la Droga (Aclad) tiene en esta ciudad. Está bien.

¿Cómo es la calidad de la cocaína ahora? Asegura que bastante mala y muestra cómo han cambiado las rutinas en los últimos años. «Es bastante baja aquí, al menos en el menudeo. Puede que en los barrios, esos camellos finos que hay tengan algo bueno. Pero en A Coruña es tan baja que ahora se va a por ella a Ferrol», destaca.

Por encargo

Al hablar de menudeo se refiere al mínimo que puede comprarse en el mercado. Llega para un único uso y cuesta cinco euros justos. El mismo montante alcanza para comprar heroína o cocaína. En cambio, el gramo cuesta diez euros más. Son sesenta euros la coca y cincuenta ya el caballo. Pero parece que en el caso de esta última el consumo ha bajado bastante.

«Ahora veo que hay personas que han mejorado. Eso es porque lo han aparcado y deben venir aquí [por el centro Aclad] para hacer terapia», explica. La razón de esa bajada puede estar provocada por dos factores. El desmantelamiento de Penamoa, un lugar en el que se concentraba el trapicheo en la ciudad, y el nuevo contexto económico. Lo que se mantiene, pese a esa bajada de consumo, es el robo para pillar. El cambio que observa es que ahora se hace cada vez más por encargo del camello.

Pero que la cocaína ha bajado la calidad lo observan también en el centro de ayuda. Es una tendencia que corrobora la psicóloga clínica Mayte Lage, una de las trabajadoras de Aclad. «Una de las cosas que comentan las personas que vienen a tratarse es que han notado que la cocaína está ahora más adulterada y muchos van a otras zonas de la comunidad a comprarla», explica.

Otro de los cambios que ha constatado en los últimos tiempos es que cada vez son más los menores que se acercan a la unidad para tratar consumos de cannabis. «Los hay incluso de solo 14 años», dice. Además, apunta que muchos de esos jóvenes llegan derivados desde la Subdelegación del Gobierno, porque, al incautárseles pequeñas cantidades que no son para el tráfico, les imponen una multa que pueden evitar acudiendo a terapia. Es consecuencia de la Ley Corcuera, y a veces son sus padres los que los presionan.

A este fenómeno puede añadirse, como explica una de las trabajadoras sociales de Aclad, Jacqueline, que «es frecuente ademas que hayan probado la cocaína, que no la ven tan peligrosa, lo que es un gran error por su parte. También nos están llegando muchos pacientes que se inician en esa droga».