«Hai moito talento musical galego fóra»

Ana F. Cuba ORTIGUEIRA

ORTIGUEIRA

Tamara, no exterior do Barbican Centre
Tamara, no exterior do Barbican Centre MÓNICA MÉNDEZ ANEIROS

La joven solista proyecta crear y dirigir una orquesta en Earls Court, el barrio donde reside

23 mar 2015 . Actualizado a las 09:43 h.

Pasear por las calles de Londres, donde vive desde 2011, y oír a alguien hablando en gallego le alegra el día. «A experiencia de estar fóra ten cousas boas e non tanto. Para min a casa segue sendo Galicia, e cada ano que pasa tírame máis volver», reconoce la pianista Tamara Lorenzo Gabeiras (Céltigos-Ortigueira, 1983). Su currículo impresiona. Master of Music por la Manhattan School of Music, de Nueva York, donde estudió con la maestra Nina Svetlanova, con ayuda del Ministerio de Educación; becaria de posgrado de la Fundación Barrié de la Maza; estudios de posgrado de piano en la Academia de Música de Cracovia (Polonia), con el profesor Andrzej Pikul; o becaria de la Fundación Segundo Gil Davila y de la Diputación de A Coruña (estudios artísticos).

Ahora está realizando un máster en el departamento de ópera de la Guildhall School of Music and Drama, en Londres, con una beca completa del Leverhulme Trust. En 2007 grabó su primer cedé, con apoyo de la Fundación Paideia Galiza; ha actuado como solista y acompañante en Cuba, Francia, Marruecos, Polonia, España, Reino Unido y Estados Unidos; y ha colaborado, como voluntaria, en diversos programas (uno para gente con demencia). «Comecei a estudiar piano en San Cibrao (adonde se mudó su familia por razones de trabajo), un pouco por casualidade», cuenta. De todas las actividades extraescolares en la que trataron de introducirla sus padres, solo le interesó la música. Y escogió el piano. Continuó su formación en el Conservatorio de Viveiro, donde empezó a tocar el clarinete. «Paseino moi ben actuando na banda de Viveiro e na de Ortigueira, de vez en cando». Pero el piano se impuso y con 16 años entró en el Grado Superior de Música del Conservatorio de A Coruña. Durante dos años se ausentó un día a la semana del instituto (Marqués de Sargadelos, de San Cibrao) para asistir a clase, con su madre. «Con todo, saquei matrícula de honra no selectivo e marchei para Madrid coa ilusa ambición de facer Filosofía e piano a un tempo. De novo gañou o piano e levoume a Polonia por tres anos, dous a Nova York... E xa van máis de tres en Londres», relata. En la capital británica obtuvo una de las cuatro plazas que ofertaba la Guildhall School of Music and Drama como repetiteur, que podría traducirse como maestro repertorista, alguien que «utiliza o piano para axudar aos cantantes a imaxinar o son final que producirá a orquestra durante as funcións», explica. Todo un reto, admite, para «alguén con mentalidade de piano solista», por su formación. El repetiteur ejerce, en muchas ocasiones, de director de orquesta asistente. «E como os meus estudos inclúen clases de dirección, de aí a idea de crear un grupo dirixido por min en Earls Court (el barrio londinense donde vive)».

Su ambicioso proyecto consiste en formar «unha pequena orquestra con músicos profesionais e amateurs de todas as nacionalidades (en las redes sociales lanzó una llamada en busca de gallegos interesados)». Ya ha conseguido el respaldo de alguna institución de peso y prevé estrenarse como directora en un concierto en junio. A Tamara le gustaría regresar a Galicia -«cando estou triste skypear cos pais (también echa en falta a sus abuelos) ou ver un capítulo de Pazo de Familia anímame»-, pero no resulta sencillo.

«A maioría dos músicos galegos saen formarse fóra, cousa que non vexo mal». Pero lamenta «a falta de mecanismos para encauzar o retorno dese talento». Cura la morriña con alguna charla en gallego, como la que impartió en el colegio español de Notting Hill: «Encheume de motivación». Añora su lengua nativa y a veces se cansa «da velocidade da vida urbana, que te supera», aunque Londres, «cunha oferta cultural e musical enorme e de interese», le hace sentirse «útil, valorada e necesaria» como profesional. «Aquí sentes que o que fas axuda dalgunha maneira á sociedade; ese sería o punto negativo que lle daría a Galicia».