La defensa del condenado a 20 años dice en el TSXG que fue acusado sin pruebas
26 abr 2017 . Actualizado a las 12:05 h.Un jurado popular llegó a la conclusión hace tres meses de que Juan Fraga Allegue mató a su mujer en la mañana del 29 de diciembre del 2015 en su casa de Narón. El tribunal consideró probado que le cortó el cuello y simuló un atraco. Por todo ello, la Audiencia Provincial le impuso una pena de 20 años de prisión como autor de un delito de asesinato. Su defensa, sufragada por la hija, recurrió la sentencia ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia al entender que se le condenó sin pruebas y se vulneraron sus derechos. Ayer se celebró la vista y allí estaban sus hijos. El varón, como acusación particular para pedir que se le mantenga el castigo por dar muerte a su madre «y haberla maltratado durante toda su vida». Ella, como defensa. Y no tanto por estar convencida de la inocencia de su padre, sino porque es su padre, como ya había dicho en el juicio. Montserrat Fraga afirmó ayer que quiere «saber la verdad» y piensa que «se está dañando la imagen» de su padre: «No sé si está en Teixeiro justa o injustamente», apostilló.
Su hermano, con el que no cruzó palabra y que ejerció y ejerce la acusación particular, contestó a Montserrat sin nombrarla: «Es increíble que haya mujeres de la familia de mi madre que lo defiendan sabiendo cómo la trató».
La defensa del procesado se dirigió al tribunal convencido de que se vulneraron tanto el derecho a la presunción de inocencia de su cliente como el vinculado a la tutela judicial efectiva.
Afirmó ante la sala de lo civil y lo penal que existe una importante «ausencia de prueba» que debería llevar a su libre absolución, pues nota vacíos en el informe policial y un plazo de tres horas donde no se ha determinado si el acusado estuvo en la vivienda donde falleció su mujer.
De manera subsidiaria a la libre absolución, solicita que se considere homicidio y, por lo tanto, que exista una rebaja de la pena impuesta por el tribunal.
Las acusaciones le recordaron que las joyas que cogió tras matar a su mujer para simular un robo fueron encontradas escondidas en su coche.