El matadero mancomunado de A Gándara cierra tras 30 años

NARÓN

césar toimil

El organismo supramunicipal deberá buscar ahora nuevos usos para el inmueble

11 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue el primer servicio que impulsó, no sin polémica, la Mancomunidad de municipios de la ría hace más de tres décadas. Después de una trayectoria llena de vicisitudes el matadero que se levantó en el polígono de A Gándara se enfrenta a partir de ahora a una segunda vida. La empresa que explotaba hasta hace poco las instalaciones ha abandonado el negocio. Desde hace semanas no hay actividad en la planta. La empresa que tenía la concesión comunicó al Concello ferrolano el fin de su actividad. Y este pidió a Narón que clausurase el edificio y el recinto, ubicado en suelo naronés, como así hizo en los pasados días. El objetivo es blindar el inmueble para evitar el acceso a personas ajenas que puedan querer utilizar esas instalaciones o que puedan deteriorarlas.

La Mancomunidad se reunió ayer en pleno para abordar, entre otros asuntos, la situación del matadero. El alcalde de Narón, José Manuel Blanco, presidió la sesión y ejerció como presidente accidental ante la ausencia del regidor ferrolano, Jorge Suárez. Y en la sesión dio cuenta a los representantes de los otros ayuntamientos de la situación sobrevenida ante el inesperado abandono del matadero. En resumen: que el gran edificio de planta baja de A Gándara regresa de nuevo a manos del ente supramunicipal. Y que será necesario replantearse qué hacer con él.

Por el momento, se da por descartado mantener los usos para los que fue creado y que mantuvo en las últimas décadas, una actividad en declive y que ha ido perdiendo mercado. La parcela en la que se asienta es de uso dotacional, por lo que los ayuntamientos estudiarán a partir de ahora posibles alternativas que puedan tener cabida.

Fuentes de la empresa informaron de que la actividad en el matadero tocó a su fin el pasado mes de febrero, tras un expediente de regulación de empleo (ERE) y la disolución de la firma que lo explotaba desde hace más de veinte años, Distribuciones Cárnicas Sanesteban S.L. Son muchos años, pero apenas la mitad de la duración de la concesión que la Mancomunidad le otorgó en 1994, cuando fue la única empresa que presentó oferta para la gestión.

La historia del matadero mancomunado fue azarosa desde sus inicios. Aunque gestado a principios de los ochenta, no fue hasta agosto de 1986 cuando concluyeron las obras. Pero ni a partir de entonces fue rápido el proceso. La Mancomunidad se enzarzó en un debate sobre qué tipo de empresa debía ser la que gestionase las instalaciones y de qué forma. Y por el camino se encontraron con problemas tanto con Frigoríficos del Norte de Galicia SA, la primera adjudicataria, a la que se le rescindió el contrato, como con la siguiente, Sadepor, que apenas un año después de que se sacase de nuevo a concurso la explotación incurrió en incumplimiento del contrato.