Narón intensificará la vigilancia policial en el campamento de Freixeiro por las quejas vecinales

a. f. c. NARÓN / LA VOZ

NARÓN

ángel manso.

Hay varias denuncias por actos vandálicos en las viviendas sociales de Amenadás

16 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Policía Local reforzará la vigilancia del entorno del asentamiento chabolista de Freixeiro, en coordinación con el Cuerpo Nacional de Policía, ante los actos vandálicos que se han sucedido en los últimos meses y el temor expresado por los vecinos. Representantes de los residentes en las viviendas sociales de Amenadás, que llevan tiempo denunciando los destrozos causados en los portales, las papeleras o la cabina telefónica, además del temor por la presencia de perros sueltos o las amenazas recibidas por algún habitante del campamento, se reunieron ayer con responsables municipales para abordar este asunto.

«Xa tiveramos varios encontros, pero neste tamén estiveron o alcalde [José Manuel Blanco], Marián Ferreiro [primera teniente de alcalde] e o xefe da Policía Local [Eduardo Pita]. A situación é moi complicada porque hai unha persoa duns 30 anos que ten máis de 50 expedientes abertos pola Policía, pero non se actúa, aínda que o tema está no xulgado», explicó el concejal de Seguridade Cidadá. Guillermo Sánchez Fojo asegura que han hablado incluso con la familia del joven al que responsabilizan de buena parte de los desperfectos ocasionados en los últimos tiempos en los bloques de pisos sociales. El Concello anunció un mayor control policial por parte de los agentes municipales en este entorno, «para que polo menos non se metan coa xente, porque lles piden cartos cando van ao supermercado e andan con medo pola rúa», abunda el edil.

«

Situación difícil de atallar

»

Sánchez Fojo subraya la importancia de formular denuncia cada vez que se produzca un incidente. Según comentó, el Concello se ha interesado por la situación de algunos de los menores que residen en el asentamiento chabolista, para asegurarse de que están escolarizados. Pero insiste en que no tienen capacidad para averiguar la situación real, en algunos casos, ni de impedir «que haxa xente de fóra vivindo aí». «É moi difícil de atallar o que está pasando», reconoce el responsable de Seguridade Cidadá en el Concello de Narón. Los vecinos temen que los problemas se agraven. Y alertan, una vez más, del riesgo por la presencia de canes por las calles, el tráfico de drogas e incluso la quema de residuos tóxicos en el campamento.