La presidenta ha trasladado una carta a la Valedora do Pobo en la que critica una desatención que niega el regidor naronés
21 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La asamblea que la asociación de vecinos de Sedes (Narón) celebró el pasado sábado dejó prácticamente sin representantes al colectivo, que teme desaparecer si nadie se hace cargo. Las tres personas que siguen al frente se han comprometido a recabar apoyos en la parroquia, aunque consideran que la gente «está muy cansada y no le ve utilidad».
«Si no hay quién la coja, se terminará. El Concello no atiende las peticiones que nos trasladan los vecinos. Nos dicen que sí a todo, pero luego no hacen nada», asegura la presidenta, Julia Montero, que lleva 16 años en la asociación. En su opinión, consideran las solicitudes de los vecinos a título individual, pero no las del colectivo.
De hecho, el pasado 13 de febrero denunciaron la situación a través de una misiva a la Valedora do Pobo. Milagros Otero respondió dos días más tarde. Les trasladó que iba a estudiar la situación y que intentaría solucionar el problema.
«Non facía falta»
El alcalde, José Manuel Blanco, desmiente, sin embargo, que no se realicen acciones en la parroquia. «Non facía falta que lle trasladaran a demanda á Valedora. A maioría das peticións están atendidas», señala.
La asociación contaba con unos 120 socios que cotizaron la última vez, aunque Montero apunta que muchos se han borrado. La presidenta considera el local social como el epicentro de la desatención, según dice, municipal.
«Le falta todo. No tiene baños, ni servicio para minusválidos; la escalera carece de pasamanos, y hace mucho frío, pero no hay calefacción», critica. En el edificio se realizan actividades a diario, como yoga, encaje de bolillos, baile o teatro. En cuanto al pabellón polideportivo, lamenta que desde que se estropeó el calentador, no hay agua caliente. «Me canso de pedir», reitera.
Por su parte, Blanco defiende que «se está a traballar en todos os locais sociais do concello». En un estudio que realizó el gobierno el pasado mes de septiembre, se estimaron en 102.000 euros los costes de las actuaciones necesarias para adecuar la accesibilidad del edificio de Sedes. Un montante elevado, sobre el que deben ir invirtiendo «pouco a pouco».
Además, están en marcha mejoras en la electricidad y la colocación de un falso techo, con una subvención de la Diputación. Mientras, la solución de los baños depende de un préstamo de la Xunta, que en una primera solicitud ha sido denegado, pero que volverán a solicitar. También se harán mejoras en los locales de San Xiao y de O Couto.