El retorno de un campeón

antón bruquetas

NARÓN

CÉSAR TOIMIL

Óscar Pereiro acaba sexto en su retorno a la competición en la Copa Galicia de ciclocrós

24 oct 2016 . Actualizado a las 09:00 h.

Por encima de ese perfil de personaje público, de comentarista de radio y televisión, de leyenda del deporte gallego, Óscar Pereiro (Mos, 1977) es un ciclista de raza. Ayer, después de años apartado de las competiciones federadas, volvió al ciclocrós, al origen de una carrera que lo acabaría transportando desde los alrededores de Vigo al primer peldaño del podio del Tour de Francia, al corazón de los Campos Eliseos. Lo hizo en la prueba que abría la Copa Galicia en el circuito de Río do Pozo donde participaron 211 ciclistas en las diferente categorías. Estuvo rodeado de algunos amigos y de su familia. Sobre un recorrido de 2,2 kilómetros, al que los deportistas de la categoría élite dieron diez vueltas, Pereiro se dejó el alma.

«No tenía más... cuando quiero ponerme encima de la bici, las piernas no responden... llevo entrenando sólo nueve días», aseguró poco después de atravesar la línea de llegada encharcado en sudor. A cada paso por meta, recibía el afectuoso apoyo de su hermana. «Vamos Óscar», le gritaba. Nada que ver con aquellos días en los que a un lado y otro del asfalto, cientos de personas se abrían para jalear un demarraje del gallego.

Pero Pereiro, fiel a su leyenda de combativo, también se supo vestir de héroe anónimo. Arrancó ayer con el cuchillo entre los dientes. Una caída y unos problemas mecánicos lo rezagaron en el grupo. Puso su marcheta y, poco a poco, fue remontando. Supo dosificar. En eso el cuerpo del campeón tiene memoria. Terminó en la sexta posición absoluta [Ganó Mauro González]. «Todo lo que me permita el trabajo estaré aquí. Mañana [por hoy] me toca el Celta-Dépor y ya me pierdo la prueba de Ferrol», comentaba el ciclista. «Mi objetivo es venir con mi fundación y enseñarles que el ciclocrós es la mejor preparación invernal para el ciclismo de carretera», recalcaba.

«Lo más bonito de este deportes es que en una carrera en Narón, que para la gente de Ourense y Pontevedra es difícil desplazarse, veamos este ambientazo. Está a la altura de lo que veíamos hace muchísimos años... Más de doscientos inscritos, repleto de carpas... estoy contento de que el ciclocrós vuelva a tener ese empuje, porque fue una disciplina que a mí me aportó mucho».