El Concello celebró ayer la festividad local del 23 de noviembre con música, degustaciones y bailes en la plaza de Galicia
24 nov 2015 . Actualizado a las 10:06 h.«Ser de Narón es un orgullo». A la una del mediodía, alzando la voz para hacerse escuchar entre los atronadores sonidos de las bombas de palenque, Lucía explicaba qué significa para ella ser naronesa. A su lado, en el puesto que la Asociación de Vecinos de Pedroso instaló en la plaza de Galicia con motivo de la celebración del Día de Narón, sus compañeras Lidia y Susana no se quedaban a la zaga. «Los naroneses somos gente muy extrovertida y agradable», presumía la primera. «Y además siempre estamos dispuestos a acoger a todo el mundo con los brazos abiertos», apostillaba la segunda con una sonrisa de oreja a oreja.
Lucía, Susana y Lidia acudieron a la plaza de Galicia para festejar el Día de Narón y, ya de paso, explicar a los vecinos el trabajo que está desarrollando la asociación a la que pertenecen para recuperar la antigua peregrinación a Pedroso y la popular fiesta de la Virgen de la O, «que es la única romería que se sigue celebrando en Narón». Pero ellas no fueron las únicas que hicieron gala de orgullo patrio en la plaza de Galicia. Con motivo del 23 de noviembre, también se dieron cita en el Alto del Castaño otras entidades como la sociedad cultural Areosa, Os Irmandiños do Val o las asociaciones de vecinos de Piñeiros y de A Gándara. En el tenderete de esta última entidad, Ángeles Rodríguez, explicaba que, pese a haber nacido en Ferrol, ella se siente naronesa al cien por cien desde hace ya mucho tiempo. «Es lo normal después de 47 años viviendo aquí, aunque también he de decir que la creación de nuevos servicios ha contribuido mucho a ello. Cuando yo llegué a Narón, esto no era más que una aldea con luces; en cambio ahora hay de todo, desde instalaciones deportivas hasta parques, y ya no hace falta ir a Ferrol para nada».
Pero en la plaza de Galicia, donde el Concello concentró ayer los actos conmemorativos por el 23 de Noviembre, no solo tuvieron protagonismo las asociaciones de vecinos y entidades culturales del municipio. También hubo hinchables para los más pequeños, música para bailar y varias degustaciones para alegrar el paladar: por la mañana, lacón y vino tinto, y ya por la tarde, castañas y liscos.
Al mediodía, bajo la carpa, el alcalde, José Manuel Blanco, alzaba la copa para brindar con amigos y compañeros de partido por el Día de Narón, una festividad que se celebra desde hace ya 22 años, aunque no todos puedan disfrutar de ella con la misma intensidadf. «O orgullo naronés está aí -decía el alcalde-, pero o 23 de novembro aínda non é unha data que se celebre moito. E non porque non se sinta, senón porque moita xente traballa fóra de municipio e non ten o día libre. Por iso, aínda que sei que non é doado, estaría ben contar cun festivo comarcal para poder festexar este día como se merece».