«Soy de playa pero de una sesión»

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

NARÓN

Miguel Piñeiro fue quince años profesional del baloncesto, aunque en verano prefiere la playa y otros deportes al aire libre.
Miguel Piñeiro fue quince años profesional del baloncesto, aunque en verano prefiere la playa y otros deportes al aire libre. césar toimil< / span>

En verano frecuenta A Fragata y disfruta del deporte, pero eso sí, al aire libre

19 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El color de su piel deja bien claro que si algún sitio frecuenta en verano Miguel Piñeiro (Narón, 1968) es la playa. Y este viene con buen tiempo, así que está disfrutanto mucho de A Fragata, a la que acude también por la afición al surf de su hija. Pero este exjugador del OAR que se pasó quince años alrededor de una canasta, otras dos décadas en empresas del sector naval y desde hace un año y medio inmerso en el mundo de la bolsa, recuerda que su infancia transcurrió entre los arenales de Covas -los de Santa Comba y A Fragata- y los de Meirás, como Cortellos y Campelo, mientras que la adolescencia le llevó a Doniños y Valdoviño. «Soy de playa, pero ya de una sola sesión: o de mañana o de tarde», afirma.

Aunque ya queda lejos su etapa de jugador profesional, Miguel es un enamorado de los deportes, no solo por las ventajas para la salud, sino por la posibilidad que ofrecen de pasar un rato divertido al mismo tiempo que se conoce a un montón de gente. Algo para lo que, por cierto, no necesita ayuda, porque tiene incorporado de serie un carácter abierto y divertido. «Para mí los deportes van con las estaciones. En invierno tenemos una partida fija de baloncesto los martes. Al 80 % de los que vamos nos enseñó a jugar Juan Filgueiras, que también pasó por el OAR hace muchos años y ahora dirige el Narón», afirma. Gimnasio, pádel y, «cuando se puede», esquí, completan el elenco en invierno. «En verano cambio de tercio para aprovechar los días, así que ando con la bici, juego al tenis y al fútbol, también en la playa. Además, tenemos un maestro de ceremonias, Homer Sindo, que siempre nos organiza un fin de semana aventurero y está montando un descenso en una tirolina en Portugal de 1.500 metros», explica.

Terraceo y salidas con los amigos en donde se tercie, «incluso en Ares» -se mete divertido con una de sus pandillas- forman parte de su rutina estival, en la que incluye un viaje, en esta ocasión a Cádiz. «En verano me gusta hacer cosas al aire libre y pasarlo bien, como en la partida de fútbol de los domingos. Para sufrir, ya lo hice mucho en el monte de Doniños con Rogelio Bermúdez», evoca.

Una cerveza fresquita -y si el termómetro aprieta, con limón- y el marraxo del Kilovatio de Cedeira no faltan en su gastronomía veraniega. «Pero que conste que el calor, calor, yo no lo llevo bien, me gusta la temperatura del verano de aquí», asegura.