Los propietarios de nichos ya han invertido 18.800 euros en el cementerio
29 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando llueve, el acceso a la iglesia de San Xiao, de tierra y hierba, se convierte en un barrizal que dificulta la entrada a la misa de los fieles. El exterior necesita una mano de pintura para adecentar el aspecto. Son solo algunas de las obras para las que piden ayuda los fieles de la iglesia de San Xiao de Narón.
Desde la junta rectora del cementerio parroquial, de la que forman parte el presidente, Manuel Luaces, y los vocales Isidro Soler y Rafael Díaz, solicitan ayuda a las administraciones para poder acometer estos trabajos. Recuerdan que en el 2013, tras la constitución de la junta un año antes, se vio la situación de deterioro en la que se encontraba. «Las aceras rotas, en algunos tramos ya ni existían... Todo el piso en general del cementerio estaba deteriorado, mal, desnivelado», detalla. Destacan que tampoco había acceso para una silla de rudas y en la parroquia hay algún vecino con movilidad reducida.
Entonces decidieron acometer estas obras con fondos de los propietarios de nichos, que abonaron entre 75 y 35 euros según su propiedad. En total el coste de los trabajos, que consistieron en la rehabilitación y mejora de las aceras del cementerio y también se habilitó en un lateral de la iglesia, ascendieron a 18.800 euros, de los cuales 2.000 están pendientes y tuvieron que abonarlos a la constructora con la cuota anual que pagan los propietarios, por lo que explican que no pueden solicitar más dinero a estos últimos.
Señalan que entonces ya recurrieron al Concello y al PP como grupo en la oposición, y ya que su portavoz Miguel de Santiago es también diputado provincial, reiterando la necesidad de dotar de un acceso de cemento a la iglesia. «Hace poco nos enteramos leyendo La Voz de que la Diputación de Pontevedra concedió unas ayudas para el arreglo de un cementerio y su iglesia, y cuando las parroquias no pueden hacer frente a los gastos hay que recurrir a lo que sea y los organismos tendrán que poner su granito de arena», reclaman.