Un ascenso que se echa de menos

Álvaro Alonso Filgueira
ÁLVARO ALONSO FERROL / LA VOZ

MUGARDOS

Se cumplen diez años desde la última vez que e«Me encantaría que el equipo actual tomara nuestro testigo», dice Juan Veiga, el técnico que dirigía la plantilla

23 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Llamándome Juan y siendo un partido tan especial, es imposible no recordar la fecha», deja claro Juan Veiga. Él dirigió desde el banquillo al último equipo del Racing de Ferrol que consiguió ascender a Segunda, hace justo diez años, en una tarde memorable en el estadio Rico Pérez de Alicante. El triunfo en A Malata por 2-0 les había dado holgura de cara al partido de vuelta, pero la tensión fue máxima. Más si cabe cuando, en el minuto 31, Capi adelantó a los locales. Pero, afortunadamente, el Racing aguantó y vivió una auténtica fiesta sobre el césped, al igual que una ciudad que lo vio en una pantalla en Esteiro y luego tiñó de verde las calles. «El tiempo vuela, parece que fue ayer», dice Veiga.

En una temporada de menos a más, los ferrolanos lograron clasificarse al límite para el play off, donde incluso tuvieron que pasar por una tanda de penaltis frente al Linares. «Era un año que se daba por perdido. Isidro [Silveira] nos llamó y dijo que teníamos que entrar en la fase. Acabamos la campaña con cinco victorias y cuatro empates», detalla el técnico, como si hubiese ocurrido todo hace poco tiempo. Unos meses más tarde estaba viviendo «una explosión de felicidad» en Alicante. «El partido fue complicadísimo, pero los jugadores eran de los que sabían sufrir y luchar, teníamos gente con experiencia. Al final, la alegría fue desbordada, casi no dormimos en el bus y al llegar a Ferrol lo celebramos con la afición, que nos vino a recibir. Todavía recuerdo las caras de los futbolistas», asegura. 

«Ojalá se repita»

Veiga, entrenador hasta hace poco del Mugardos, sigue de cerca el día a día del Racing. Por ello, él también desea vivir un nuevo ascenso a Segunda lo antes posible. «Antes parecía fácil, pero ahora le damos mucho más valor. Lo que conseguimos fue realmente complicado. Además, el club logró hacer tres veces lo mismo en pocos años», subraya. Él y su hermano estuvieron al frente de la plantilla durante tres años en la división de plata y dos en la de bronce y, «la verdad, no tiene nada que ver una con la otra». «Arriba la repercusión es mucho mayor, con mejores futbolistas, mejores estadios, más dinero... Jugar en Anoeta o en Balaídos fue algo fantástico, también contar con internacionales en el equipo», resalta.

«Jugar en Anoeta o en Balaídos fue algo fantástico»

El Racing actual, a punto de empezar una nueva pretemporada, está deseando seguir también ese camino. Lo busca la familia Silveira, el entrenador y los jugadores, con el fin de que el 2019, con centenario incluido, se convierta en un año mágico. «Ojalá se repita. Me encantaría que tomaran nuestro testigo y Ferrol volviera a vivir algo semejante, se lo merece. Sé que todos en el club se van a dejar la piel para conseguirlo», concluye Veiga. Diez años después, celebra su santo... y un día inolvidable.