Montón

Antía Urgorri Serantes
Antía Urgorri ACUARIO

FERROL CIUDAD

27 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las zonas verdes son a una ciudad lo que el oxígeno a sus ciudadanos. Zonas donde respirar, caminar, descansar, pensar... Los gobernantes municipales deberían prestar más atención a este aspecto de las urbes, ya que al cemento hay que contrarrestarlo, aunque hablemos de un municipio costero o con gran paisaje natural.

Ferrol tiene unas playas privilegiadas, pero en el centro su único pulmón verde es el parque Reina Sofía, que aunque fue reformado para integrarse más en la urbe, sigue estando un poco a desmano y vive un poco de espaldas a la ciudad. La alameda, los jardines de San Francisco o la alameda del Carbón son otros pequeños pulmoncitos de la urbe, aunque más reducidos que un parque municipal.

En este afán por sumar metros cuadrados verdes a la ciudad, anteriores gobiernos lograron hacerse con una gran parcela ubicada en el Montón. Una parcela extensa y frondosa, situada al lado de la ría, y con una riqueza botánica de excepción. Había ideas para este área, muchas, pero pocas se materializaron. El ejecutivo del socialista Vicente Irisarri hizo un inventario de los árboles de la finca y el del popular Rey Varela ejecutó reformas con talleres de empleo.

Sin embargo, en la actualidad esta finca, que estaba llamada a convertirse en el gran pulmón verde de la ciudad, se encuentra abandonada, sin proyectos en marcha y sin obra alguna para que su apertura pueda ser inminente. Y eso que el acondicionamiento necesario para su apertura al público era ínfimo.

Si en vez de gastar sus esfuerzos en proyectos que no salen adelante, los gobernantes municipales dedicasen un poco de tiempo a estas cosas, la ciudad sería un lugar más agradable para vivir.