El monte de los poetas

José picado DE GUARISNAIS

FERROL CIUDAD

23 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ustedes no habrán leído, ni yo tampoco, el libro titulado La luz solar se perdió en la ventana de cristal. Se acaba de publicar en China y es un libro de poemas escrito por ¡un programa de Inteligencia Artificial! Así, como lo oyen. Unos astutos informáticos utilizaron el algoritmo de Microsoft Little Ice, le cargaron la memoria con las obras escritas por 500 autores en los últimos 90 años, le dieron a la tecla y de aquella máquina salieron más de 10.000 nuevos poemas. De ellos seleccionaron 139 que son los recogidos en el libro que les digo. La iniciativa, al parecer, está resultando un éxito por lo que los ingenieros de Google Brain están tratando de publicar su propio poemario y otras empresas han puesto sus ordenadores a imprimir letras para canciones de rap.

Esto, como pueden comprender, supone una amenaza terrible para Ferrol. ¿Qué será de los poetas ferrolanos? Poetas de periódicos, poetas de cafés y tabernas, poetas en prosa y en verso, poetas de las Pepitas, poetas de los navíos y la mar salada. Ferrol es tierra de poetas aunque en la ciudad se haya disimulado su presencia. No hay dedicada una Ínsua dos Poetas como en O Carballiño, ni tenemos A Casa dos Poetas como en Celanova. Tampoco un río dos poetas como el Mondego a su paso por Coimbra, ni un café de poetas; ni siquiera un jardín de los poetas ni un cementerio romántico en el que recitar poemas por las noches. Pero, aunque no sea muy conocido, sepan que en Ferrol tenemos el Monte de los Poetas.

Al Monte de los Poetas ferrolano se iba desde San Felipe, después de desembarcar de la lancha, y se subía a ese grandioso mirador cerca del Monte Laurel, junto al cabo Prioriño. Con vistas al inmenso Atlántico los poetas recordaban textos de Otero Pedrayo, Arturo Noguerol, Xaime Quintanilla y, sobre todo, Antón Vilar Ponte, a quien se le hizo un homenaje y se grabó en una roca la inscripción: «Antón Vilar Ponte, galego escrarecido», según consta en la hemeroteca de la Real Academia Galega. El Monte de los Poetas ferrolano estaba destinado a ser una gran atracción turística que incluso iba a contar con una fuente llamada Pousadoiro, cuya agua sería un regalo exquisito para los excursionistas.

Es urgente recuperar el Monte de los Poetas y fomentar su uso por los escritores ferrolanos, antes de que los algoritmos, procesadores, microchips y demás cacharrería se pongan a fabricar en serie las letras para las canciones de tascas o de las Pepitas. La Inteligencia Artificial debe resolver problemas para los ingenieros y arquitectos o, tal vez, hacer grandes operaciones matemáticas. Si acaso calcular unos presupuestos, que esto sí le vendría bien al gobierno municipal. Pero nunca, jamás, escribir poemas.