Ferrol cumple un mes sin cubrir todas las plazas de socorristas

FERROL CIUDAD

CÉSAR TOIMIL

El Concello no fue capaz de contratar los 46 efectivos previstos para vigilar sus playas

14 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Mañana se cumplirá un mes desde el inicio de la campaña de vigilancia en las playas de Ferrol. Y lo hará como empezó: sin los socorristas anunciados por el Concello para controlar sus arenales. El gobierno local aseguró que este año habría 46 efectivos distribuidos entre ocho playas: 45 socorristas y un coordinador. Pero transcurrido un tercio de la temporada y tras dos convocatorias para seleccionar personal las plazas no se han cubierto. Hasta hace unos días había tres plazas vacantes, aunque estaba previsto que dos de ellas quedasen cubiertas esta misma semana, tras la realización de las pruebas.

Inicialmente, y tras la polémica prueba de mar quedaron sin cubrir dos de los puestos. Y uno de los seleccionados se fue voluntariamente. Así que el Concello abría a los pocos días una nueva convocatoria, solicitando al Servicio Público de Emprego de la Xunta que le remitiese candidatos. «Pero só nos mandaron catro, e só se presentaron dous», apuntó el concejal de Seguridade e Tráfico, Álvaro Montes. Así que «seguirémolo intentando», con una tercera convocatoria, solicitando de nuevo a la oficina de empleo más candidatos. «É que non hai socorristas», justificó el edil.

Ahora la intención no solo es cubrir la vacante existente, sino contratar a otros dos efectivos para reforzar el servicio ante la afluencia a las playas, aseguró, y para garantizar así el disfrute de los seis días libres a los que tienen derecho los socorristas en activo en los tres meses de servicio sin que eso suponga exponerse a ningún riesgo. El del salvamento es el único servicio que el gobierno local ha conseguido rescatar y prestar mediante gestión directa en lo que va de mandato.

CÉSAR TOIMIL

El lugar donde prestan servicio los socorristas presentan aún numerosas carencias. En Doniños, por ejemplo, se sustituyó la tarima de madera de la terraza y se pintó las escaleras que suben hasta ella y el techo interior. Pero su estado todavía deja mucho que desear, con óxido visible, viejos equipos de aire acondicionado que no funcionan y evidentes carencias. Algunas de las mejoras realizadas las han tenido que realizar los propios socorristas.