Un nutrido grupo de trabajadores se concentraron con los sindicatos en A Gándara
28 jun 2017 . Actualizado a las 12:10 h.La convocatoria de la segunda jornada de huelga en el sector del metal tenía una fuerza medida: no se pidió el apoyo de los trabajadores del naval y no hubo manifestación por el centro de la ciudad, aunque sí una concentración en las inmediaciones del campo de fútbol de A Gándara muy numerosa. Allí los representantes de los sindicatos explicaron que el paro fue total en el centenar de empresas de la comarca y que solo tuvieron que recordarlo en algunos concesionarios y pequeños talleres que cesaron en su actividad en cuanto les visitaron.
«Hay dereitos laborais que nos queren quitar», destacó Ramón Ramos de UGT, que incidió en la importancia que la cláusula de revisión salarial tiene en esta negociación que en Ferrol y la comarca afecta a 2.000 trabajadores. Algunos de los que participaron en la concentración dejaban ver el coste que implica una protesta a la que le quedan dos días de paro: «En el salario de este mes se va a notar», apuntaban.
Mientras, representantes de CC.OO como Víctor Ledo, recordaban la importancia de que las plantillas se mantengan unidas y determinadas a llevar a cabo medidas de presión, porque la mejora de la crisis y las ganancias del sector no se están repercutiendo a los trabajadores, que acusan otras muchas. «Hai 14 puntos en disputa, once de eles de longo recorrido e tres son fundamentais», precisó un sindicalista que recordó que la patronal se levantó de la mesa de negociación y que prometió que las demandas salariales serán prioritarias. También se refirió al problema con las mutuas y a otras reclamaciones de plantillas para las que reclaman «xustiza laboral e social».
Por su parte, Vicente Vidal, de CIG, resaltó la importancia de que los trabajadores participen en los paros y, activamente, en las protestas que se convocan: «De nada serven as folgas se despois quedamos na casa».
Las claves de la negociación
Los tres sindicatos pretenden que la patronal desbloquee la negociación del convenio colectivo, que se encuentra paralizada desde hace meses por asuntos como la subrogación del personal, la articulación de mecanismos de fiscalización de la labor de las mutuas el control de la seguridad laboral de los trabajadores.
Las organizaciones sindicales también exigen que se implante una cláusula de revisión salarial que garantice el poder adquisitivo a los trabajadores por encima del IPC, la activación de los complementos de antigüedad y jefatura de equipo, un mayor control sobre las ETT y llegar a un porcentaje mínimo de contratos indefinidos del 60 %.