Los pósitos critican el cierre de las bateas de depuración de almeja

Á. ALONSO FERROL

FERROL CIUDAD

ANGEL MANSO

La Xunta autorizó el viernes la retirada del último producto regenerado, pero no deja introducir más

30 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La ría ferrolana continúa acumulando problemas de diferente índole que están acabando, tal y como afirman desde los pósitos de Ferrol y Barallobre, con la paciencia de los mariscadores. Desde el pasado 16 de mayo, las bateas de reinstalación cercanas al puerto exterior se encuentran cerradas por la aparición de las toxinas lipofílicas. «Quedan anuladas todas as resolucións de autorización de extracción que puidera haber para ditas zonas», notificó el Intecmar, el ente dependiente de la Consellería do Mar encargado de controlar los movimientos en el medio marino.

En ese momento, justo hace dos semanas, los mariscadores depositaron los últimos moluscos procedentes de las zonas C para que fueran regenerados. A pesar de la existencia de toxina, y esto es lo que critican las cofradías, la Xunta autorizó la extracción de ese producto el pasado lunes. «Aínda que a zona FER I -denominación del lugar en el que están las bateas- está pechada por toxinas lipofílicas, autorízase a extracción [...], logo de terse acadado resultados favorables nas análises realizadas», observó el Intecmar en el documento que recoge el detalle de las almejas babosas, finas y japónicas depuradas.

Los pósitos no comprenden que la consellería deje retirar esos moluscos de las bateas, pero, en cambio, no permita introducir nuevo producto. De esta forma, el marisco de las zonas C de la ría ferrolana no puede ser explotado. El biólogo de la cofradía de Barallobre, Joám Luís Ferreiro, considera que una de las causas por las que el Intecmar decide cerrar las bateas es «porque lles morre o marisco». En una de las últimas extracciones de una batea, asegura, la mortandad ascendía al 16 %, lo que obliga al instituto, al pasar del 10 %, a abonar una compensación a los mariscadores.