La F-105 presta una ayuda «incalculable» a la Royal Navy

Á. ALONSO FERROL

FERROL CIUDAD

ARMADA

La Marina australiana valora muy positivamente los primeros tres meses de despliegue de la fragata con base en Ferrol

30 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La ayuda que la fragata Cristóbal Colón está prestando a la Royal Navy australiana desde hace más de tres meses ya tiene nota: sobresaliente. Es lo que se deduce de las palabras de la Marina oceánica que resumen el tiempo de adiestramiento transcurrido hasta ahora: «La experiencia ha demostrado ser incalculable para los marinos australianos que están conociendo la nueva plataforma -el destructor Hobart- bajo la amable guía de la compañía española». Desde que la F-105 llegó a las aguas de las Antípodas, los profesionales de ambas Marinas no han perdido el tiempo en forjar nuevas amistades y en maximizar las oportunidades de aprendizaje, resaltan desde Australia. 

Más de la mitad de la dotación del futuro destructor oceánico Hobart ha estado ya embarcada en la fragata insignia de la clase F-100, con características muy similares. El fin no es otro que el de asimilar sus sistemas antes de la puesta en marcha del nuevo buque a finales de este año. «El diseño de la Cristóbal Colón es prácticamente idéntico al del nuevo destructor, así que no se puede pedir una preparación mejor», señala el subteniente Adam Piotrowski, oficial de guardia del barco. Además, asegura que estar a bordo de la F-105 durante el ejercicio Ocean Explorer fue «el punto que culminó la experiencia». «El ritmo fue alto, con la Cristóbal Colón protegiendo a otros barcos en nuestro grupo de tareas, lo que nos valió para observar cómo operaría en el futuro el Hobart como parte de la flota», agrega el subteniente.

Los marinos australianos han aprendido al lado de los oficiales, ingenieros navales y especialistas en armamento eléctrico del buque español, con la oportunidad, asimismo, de hacerse cargo de la F-105 en varias maniobras y en escenarios de control de daños, como un fallo simulado del aparato de gobierno. El contingente oceánico pudo ver en acción, igualmente, los sofisticados sistemas de armamento de la F-105, tanto de fuego aéreo como superficial.

La Cristóbal Colón todavía permanecerá casi dos meses más en las Antípodas y no estará en Ferrol hasta mediados de agosto.