El padre del hombre que murió a manos del «Moracho» alerta de una «guerra entre gitanos»

«La justicia nos está metiendo en un problema que no queremos. Yo no quiero guerras entre gitanos y nos estamos viendo obligados a actuar». Así lo manifestó a este periódico Manuel Rivero Álvarez, el padre de Jesús Rivero Conchado, el coruñés que murió a causa del navajazo que le infirió Manuel Salazar Montoya, alias el Moracho, en la fiesta de cumpleaños de un niño en Ferrol.

El padre de la víctima no está conforme con el veredicto del jurado popular que declaró no culpable de asesinato al Moracho y solo lo responsabiliza de un homicidio preterintencional, por entender que no tenía intención de causarle la muerte y por apreciar la existencia de legítima defensa.

El magistrado presidente del tribunal popular todavía no ha dictado la sentencia, pero se estima que la pena podría estar entre un año y nueve meses de prisión y un máximo de cinco años.

El padre de la víctima considera que se trata de una pena insuficiente por una muerte como la de su hijo y plantea la necesidad de que se repita el juicio. «Queremos que sea juzgado por un juez y no por un jurado popular que no entiende», dijo, añadiendo: «Quiero que el asesino pague por lo que tiene que pagar». A su modo de ver, la justicia no está actuando como debiera y el resultado es un malestar que puede derivar en un problema grave de enfrentamientos entre ambos colectivos de etnia gitana. «Si le dan la libertad habrá guerra, en dos días o en dos años», advirtió.

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