Cuenta atrás para cinco años de paz naval

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

Los trabajadores mantienen el pulso con la empresa para que haya un cambio de rumbo en los astilleros

24 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y la dirección de Navantia llevan tres meses elaborando el plan industrial que está llamado a despejar el futuro de los astilleros públicos españoles, sacarlos del foso económico en el que se encuentran y hacerlos competitivos modernizando instalaciones y procesos, además de inyectar savia nueva que garantice la continuidad de la producción. Es una de las principales demandas que han mantenido en vigor los trabajadores en los últimos años y ahora, tras los relevos producidos en la SEPI y en la presidencia de Navantia, continúan defendiendo. Siguen con el calendario de medidas de presión -que entre otros han llevado a la empresa a aplazar la botadura del Buque de Acción Marítima (BAM) que se barajaba para hoy mismo-, para exigir un giro de timón y el fin a un modelo organizativo que, sostienen, ha sido ineficaz para la compañía. En este sentido, ayer se secundó una asamblea-paro, con una concentración delante de la puerta principal, en la que se analizó la situación actual de la firma. 

El inicio, en junio

Javier Galán, presidente del comité de empresa de Navantia Ferrol y de la coordinadora de comités de toda la compañía, manifestó que, aunque carecen de fecha oficial para el arranque de las negociaciones del programa de viabilidad, los sindicatos esperan que a principios del próximo mes de junio se presente el documento y se pongan en marcha las conversaciones. De igual modo, explicó que el presidente, Esteban García Vilasánchez, les había transmitido que el plan tendrá cinco años de vigencia. Coincidiría con el mismo período de los planes anteriores diseñados cuando se creó Izar, que se puso en marcha a finales del 2000, y Navantia, justo cuatro años después.

Galán insistió en que lo que les había transmitido García Vilasánchez es que no se cerrarán astilleros, que se materializarán prejubilaciones y habrá nuevas incorporaciones.

Los sindicatos sostienen, no obstante, que no se sentarán a negociar hasta que la firma no ponga lo que denominan «el contador a cero». Se refieren, en concreto, a la necesidad de que se cumpla el tercer convenio colectivo, después de que el Tribunal Supremo tumbase el cuarto pacto laboral. También reclaman los trabajadores del sector que los técnicos superiores pasen a regirse por el convenio, como el resto de la plantilla. 

Ocupación

Además, los trabajadores reclaman que el nuevo modelo organizativo y productivo que el presidente de Navantia anunció para finales de este mes cambie los procesos aplicados en la última etapa. El siguiente contrato que se pondrá en marcha es el de construcción de los dos buques logísticos para la Armada de Australia, que según Javier Galán arrancará el día 15 de junio, aunque la empresa pública sostiene que aún no hay una fecha cerrada al respecto. En este sentido, afirmó que aunque las tareas den comienzo ahora, la repercusión sobre el empleo no se percibirá hasta principios del próximo año.