La fiesta viajó de Elche a Ferrol

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

Los mil kilómetros que separan ambas urbes no evitaron la simbiosis entre los que se fueron y los que se quedaron

22 may 2017 . Actualizado a las 00:21 h.

En unos meses, si nada se tuerce, los aficionados de O Parrulo podrán ver en A Malata a equipos como el Inter, ElPozo o el Barcelona. Hace unas semanas, cuando el equipo se clasificó desde el séptimo puesto para la fase de ascenso, el club lanzó el lema «Seguir Soñando». Ahora, como muchos señalaban ayer, ese sueño se ha cumplido y se hará más grande con el paso del tiempo.

Por ello, los parrulos más fieles celebraron por lo más alto la heroica victoria en Elche. Incluso corrió el champán en alguna cafetería, como el Golden, que junto a dos establecimientos de La Bellota pusieron la señal del partido en sus televisores para aquellos aficionados que se quisieran reunir. Muchos salieron de allí encharcados de espumoso. Entre los que no, incluso hubo alguno que se atrevió a bañarse en las fuentes del Cantón. Cualquier cosa valía para sentir de cerca un triunfo que, para pena de muchos, habían vivido a mil kilómetros de distancia.

«No paramos de animar»

En el pabellón Esperanza Lag, eso sí, O Parrulo no se quedó solo. De hecho, con respecto al partido del sábado se unió algún aficionado más. Unos sesenta ferrolanos a los que, en varias ocasiones, se les escuchó más que al millar y medio locales. «¡No paramos de animar en ningún momento!», aseguraba Lucía Fernández, mientras iniciaba el largo viaje de vuelta en el mismo coche que Marta, Ivana, Melo y Roberto. «Nos quedan mil kilómetros, pero... ¡mereció la pena! Fue un espectáculo, increíble», aseguraba Lucía.

En la grada vivieron el encuentro con «muchos más nervios que el sábado». En juego estaba, claro está, un premio en el que pocos creían hace unos meses. Pero, como Lucía y sus compañeros de viaje no podían evitar cantar, ahora «O Parrulo es de Primera». «En el tercer partido todavía había más gente de Ferrol que en el segundo y todo el mundo estaba más nervioso. Pero bueno, en el descanso ya estábamos más tranquilos. Era difícil, no estaba nada ganado, pero afortunadamente todo acabó de la mejor manera», subrayaba.

O Parrulo marcó nueve goles y solo recibió uno en los ochenta minutos que todos esos aficionados vivieron en primera persona. Como en 1998, pero lejos de A Malata, el 21 de mayo del 2017 será una fecha que quedará para el recuerdo, sobre todo, de los que vivieron el largo camino por el desierto del equipo hace no tantos años «Nosotros no íbamos a nada a Elche, solo a dar que hablar. Y efectivamente fue así», concluía Lucía. Su mensaje es, sin duda, el de muchos ferrolanos, que ahora podrán disfrutar de los mejores jugadores al lado de casa. Una ciudad que respira fútbol sala y lo pasará en grande la próxima campaña.