Alba Graña, vecina de Canido, llevará el próximo curso a su hija Adhara a la guardería. Tanto ella como su pareja trabajan, y aunque hasta el momento han echado mano de los abuelos para su cuidado, en septiembre la pequeña, que tiene ahora seis meses, acudirá a la escuela infantil de San Rosendo.
A la hora de decidirse por un centro infantil, Alba visitó varias guarderías que había próximas a su vivienda, dos privadas y una de la red pública de la Xunta. Al final se decidió por la de San Rosendo. «Lo que más pesó para decidirnos fue la proximidad. La guardería está a dos minutos de casa, y para ir a llevarla o a cogerla, nos da mucha comodidad», explica esta vecina de Canido. Aunque Adhara acudirá a la guardería en horario solo de mañana, la flexibilidad horaria que ofrece el centro, es para Alba una gran ventaja. «Si un día la tengo que dejar más tiempo puedo, y eso es una tranquilidad», destaca.