«La llamé, fui tras ella, le disparé y luego le dije: ?quérote moito María?»

Alberto Mahía A CORUÑA

FERROL CIUDAD

César Quian

El acusado de intentar matar a su exmujer en As Pontes acepta una pena de 14 años

09 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El hombre que el 24 de marzo de 2016 viajó en taxi a As Pontes para matar a su exmujer de un tiro en la cabeza se mostró ayer arrepentido y sincero en la Audiencia Provincial de A Coruña. Este individuo de nacionalidad portuguesa, de 49 años y que en aquellas fechas se encontraba en trámites de divorcio compareció esposado ayer frente al tribunal sin nada que objetar a las acusaciones. Minutos antes, su abogado, el penalista coruñés Víctor Bouzas, había alcanzado un acuerdo con la fiscalía y el letrado de la víctima gracias al cual la pena queda en 14 años de cárcel, cuando en un principio se solicitaron 19.

A.V.C. se limitó a recordar lo ocurrido aquella tarde en la calle Meidelo de As Pontes, en un lateral del recinto del cementerio, una zona de paseo con carril bici y con muy pocas viviendas. Su primera declaración fue esta: «Le disparé y luego le dije: ‘quérote moito, María’»

La víctima, que es trabajadora municipal del servicio de limpieza, estaba dando un paseo con una amiga cuando de pronto vio llegar un taxi con su ex marido, que llevaba tiempo acosándola, pues no aceptaba la ruptura.

Recordó el procesado que nada más verla la llamó porque quería hablar con ella. La mujer le respondió que ya estaba todo hablado y continuó su camino sin mirar atrás. El hombre siguió sus pasos y cuando estaba a un metro de distancia y por detrás, disparó su arma, acertándole con la bala en la cabeza. Él dijo ayer que no le apuntó ahí, sino a ella en su conjunto. Afortunadamente, no acertó con órgano vital alguno y la herida se refugió en un vehículo.

El ahora condenado huyó acto seguido en el mismo taxi en el que había llegado, que lo estaba esperando. La taxista contaría después que lo había recogido en Espiñaredo (As Pontes) y habían estado dando vueltas por As Pontes hasta dar con la mujer. Tras presenciar lo ocurrido, por miedo a que el hombre le disparase, lo llevó de regreso a Ferrol, alertando a la policía tras dejarlo cerca de la estación de autobuses. El agresor, de nacionalidad portuguesa, de 49 años y empleado de una empresa de As Somozas, al ver presencia policial en la estación decidió llamar a un amigo, que lo recogió en su coche, para después dejarlo en una calle del centro. La Guardia Civil detuvo al atacante sobre las once de la noche cuando caminaba solo por la calle.

Tras la confesión del acusado, a la víctima solo le hicieron tres preguntas. Recordó lo hechos vividos y precisó que le disparó por la espalda y a solo un metro de distancia. Ella pensaba que se había ido después de decirle que no quería hablar con él.