Sindicalismo

Manuel Couce DESDE LA ALAMEDA

FERROL CIUDAD

30 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aún quedan algunos retrógrados que ponen en duda a los sindicatos, creen que no son piezas clave en los modernos sistemas democráticos y no tienen claro que su papel como mediadores entre los trabajadores, empresarios y el Gobierno es imprescindible, a pesar de la crisis social que también les afecta duramente con una reforma laboral regresiva. Hay un sentimiento larvado de deterioro en estas instituciones, y también colaboran en ello algunos medios de comunicación de ceja alta, con una campaña antisindical permanente.

 Y para llegar hasta aquí y luchar contra esta situación está muy presente la aportación de ferrolanos que lo han dado todo por el sindicalismo y para que la democracia estuviera presente en este país. Y me refiero a Aneiros, Amor, Roibo y Rafael Pillado. Este sigue con su sensibilidad a flor de piel en los problemas de la clase trabajadora y en su incómoda rebeldía haciendo una revolución, hoy sin sufrimiento. Una buena parte de esta democracia en paz se le debe a estos hombres que pasaron por las cárceles franquistas, y esto es bueno recordarlo en épocas como esta de insustancialidad política. Fueron trabajadores de aquella forja de sindicalistas de Bazán. A ellos les siguieron Ponce, Carreras, y en Astano Teijeiro o Gacio, y tantos otros. Y en este escenario sindical sobresalió también Ignacio Fernández Toxo, que procedente del taller de Monturas de Bazán llegó a la más alta magistratura de CC.OO., desde donde presidió la Confederación Europea de Sindicatos, con su brillo oratorio y mensaje llamando a la concordia, pero con los huevos de serpiente incubados contra las injusticias laborales y sociales. Se cargó al presidente de la SEPI, obligó a dimitir al de Navantia y hace poco firmó con el Gobierno pasar a fijos a cerca de medio millón de servidores públicos eventuales. Esto fue lo último en su gestión, pues como se sabe dejará el sindicato de CC.OO. para dar paso a otro compañero.

Por todo ello, y sabiendo que el papel de los sindicatos está claramente definido a través de su dilatada historia defendiendo los intereses de los trabajadores, es bueno tener presente el papel de estos trabajadores ferrolanos -ahora que se acerca el Primero de Mayo- para despertar conciencias y reconocer que había un saber almacenado en la mente de estos líderes sindicales que tuvo continuidad y, repito, no debemos olvidar que para alcanzar una sociedad más completa, más justa.