Santiago Martínez fue uno de los afectados por la plaga en el 2009
23 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Fue uno de los afectados por la plaga de termitas que a finales de 2009 afectó a la zona de San Julián. Y también al edificio donde tiene su negocio de telas, en la calle de la Iglesia. Santiago Martínez asegura que los insectos nunca llegaron a irse. «El problema no se quitó», relató. «Siguen existiendo y en fechas puntuales vuelven a salir», dice. Después de tanto tiempo sufriendo sus efectos, se ha convertido, a su pesar, en un experto en el comportamiento de estos xilófagos. «En este mes, el día que llueva, ya salen. Les salen las alas y cambian de colonia. Se juntan dos y hacen una colonia en cualquier sitio. El resto del año no las ves», explica. «Es lo que me dice la gente que entiende», señala. Cuando son visibles, dice, las mata «una a una». En ocasiones, con trucos como poner cintas en focos de luz «para que se quemen».
La mercancía la tiene a salvo. Pero las termitas campan a sus anchas en el interior de elementos de madera del entresuelo y las vigas. Pese a la difusión pública de su caso hace años, asegura que del Ayuntamiento «aquí no vino nadie a preguntar», lamenta. Y ahora ya está harto: «Yo no quiero saber nada más».