«Lo que ocurre en Betanzos-Infesta no es de recibo en estos tiempos»

Á.A. FERROL

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

Armando Lema, de la Asociación de Amigos do Ferrocarril, califica el trazado de «malo con avaricia»

26 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Pocos en Ferrol conocen los trenes como ellos. Instalada en la propia estación, la Asociación Ferrolterra de Amigos do Ferrocarril difunde este tipo de transporte por la comarca y echa de menos lo que llegó a ser. «Es para echarse a llorar», valora Armando Lema, secretario del colectivo. El baipás de Betanzos también está entre sus peticiones, porque «todo lo que ocurre en Infesta no es de recibo en estos tiempos» y esa variante, asegura, ahorraría entre 15 o 20 minutos. Por otro lado, más allá de la electrificación y las curvas, también apunta a las traviesas. Las de madera se cambiaron hace unos años por unas de hormigón, pero en su mayoría recicladas. Algunas, señala Lema, procedían de la ruta de Valencia a Sagunto. «Aquí parece que vale todo», critica, a lo que agrega: «El trazado es malo con avaricia. No hay manera de circular en buenas condiciones».

El secretario de la asociación considera incomprensible, por otro lado, la falta de interconexión de horarios del tren Ferrol-A Coruña con los antiguos Feve: «Antes había una cierta compatibilidad, y ahora ya no la hay». Además, tampoco le ve sentido a que la urbe naval se quedara fuera del eje atlántico. «Sigo sin entender cómo no hay manera de viajar de forma directa a Santiago o Vigo sin esos transbordos tan largos», comenta. Tampoco a Lugo se puede ir de forma directa. «El problema es que aquí en Galicia no tenemos políticos con peso suficiente para hacer llegar el sentir de los ferrolanos a Madrid o a donde haga falta», dice.

Cuando tiene que desplazarse a la ciudad herculina, a pesar de ser un amante del ferrocarril, Lema asegura que lo hace en su coche particular. «Yo iría en tren si tuviera un horario normal, pero resulta que no lo hay. ¿Qué hago yo en A Coruña después de hora y media de viaje? No hay manera de comunicarse», indica, porque, opina, «parece que las frecuencias están puestas para que la gente no vaya». Lema, para concluir, echa la culpa a todas las administraciones, desde la local a la estatal: «Las chapuzas son de la gente que está y que estuvo ahí. No entienden absolutamente nada de trenes».