Leiro se desnuda en Afundación

FERROL CIUDAD

ANGEL MANSO

El edificio del Cantón acoge una muestra que revela el universo creativo del escultor

17 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Afundación • Hasta el 10 de junio • Visitas guiadas en el 981 330 280 •

Organizar una exposición de Francisco Leiro siempre es una «apuesta arriesgada», porque sus obras son «monumentales» -con piezas de gran formato que no siempre se pueden exhibir en todas las salas-, como «monumental» es también la calidad artística del creador de Cambados. Lo explicaba ayer Diego Cascón, responsable de la colección de arte de Abanca, durante la presentación de la exposición Os traballos e os días. Francisco Leiro, que hasta el 10 de junio se puede ver en la sede ferrolana de Afundación.

La idea original de la muestra partió del realizador Aser Álvarez, quien durante tres años vivió pegado a Francisco Leiro con el objetivo de mostrar en un documental el universo creativo del que hoy por hoy es el artista gallego con mayor proyección internacional. El resultado fue Sísifo Confuso, un audiovisual que no es una biografía ni una presentación de su obra, sino una invitación a conocer las motivaciones que mueven al escultor y a explorar sus lugares de trabajo en Nueva, York, Cambados y Madrid.

Partiendo de esa filosofía, Afundación ha montado una muestra que no solo es una ventana abierta a las obras del escultor, sino que también «explica» cómo las parió a través de fotografías de Leiro en pleno proceso creativo, fragmentos del documental de Álvarez y bocetos del artista, ya que el de Cambados, «como todos los grandes escultores, siempre parte de dibujos para realizar sus piezas», explicaba ayer Cascón.

La exposición se estructura en tres partes que conforman un recorrido por el triángulo creativo del artista: Nueva York, donde Leiro se dedica a pasear, visitar galerías y tomar los «primeros apuntes» de sus obras; el taller de Cambados, donde comienza a darles forma; y Madrid, el lugar en el que las termina. Pero, con un total de nueve esculturas, la muestra también permite hacer un paseo cronológico por las diferentes etapas de su trayectoria: desde los años 80, con piezas en granito como Cabeza, hasta obras más recientes como Las recolectoras, del 2003, con la que Leiro quiso rendir homenajes a las mariscadoras que limpiaron las playas tras el desastre del Prestige. Además, como colofón, la exposición se despide del visitante con un guiño a Ferrol, mostrando dos fotografías de El Guerrero, la escultura de Leiro que corona la plaza de San Amaro.