Vivi Suárez Taibo llegó a la dirección del colegio Recimil hace seis años. Entonces casi medio centenar de pequeños de tres años optaban a una plaza; el curso pasado fueron solo 14 las solicitudes para las 50 vacantes y eso les obligó a cerrar una de las dos clases previstas para la primera etapa de Primaria. Tiene claro que es un problema general y que en otros centros la situación es todavía más dramática.
-¿Cómo ve el proceso de matrícula que va a comenzar?
-Pues complicado por la falta de alumnos, que es un problema de toda la sociedad, es que no nacen niños. Nosotros tuvimos siempre dos clases y el año pasado por primera vez en más de una década no llenamos ni una. En seis años hemos visto como el número de niños se ha ido reduciendo a la mitad.
-¿Se nota más la caída demográfica en unos barrios que en otros?
-Es igual en todas partes. De hecho, nuestra área de influencia es bastante grande, porque damos servicio a una zona muy amplia. Solo hay que recordar que los colegios de Ponzos y Esteiro se construyeron porque no llegaban las plazas en Recimil.
-¿La caída de alumnos conlleva el descenso de medios en el centro?
-Conlleva que tendremos un tutor menos, pero Educación no ha recortado nada por ahora. De hecho, nos siguen permitiendo ofertar las dos clases. El único problema es que en Ferrol las familias siguen acudiendo en mayoría a los colegios concertados, cuando nosotros aportamos todos los servicios y contamos con programas educativos de referencia.
-Por ejemplo...
-A la hora de conciliar cualquier pequeño puede llevar a las 7.30 de la mañana al centro, quedarse hasta las seis de la tarde y acceder a un comedor para el que hay becas. Además, este centro no solo debe hacerse notar por sus esfuerzos por integrar a colectivos en riesgos de exclusión, también tenemos muchos programas educativos en los que destacan nuestros estudiantes, como el de robótica que estamos desarrollando con mucho éxito.