Caneliñas estaba sin ascensor

FERROL CIUDAD

19 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un puerto que aspire a competir, a ganar tráficos, a diversificarlos y a generar empleo en su entorno necesita ferrocarril. Lo contrario es como tener un edificio nuevo y funcional de catorce pisos. Y sin ascensor. Así de claro. A los muelles exteriores de Ferrol, después de trece años largos de trámites -conviene no olvidarse de eso- al fin le van a iniciar la obra para ese ascensor. Para ese ferrocarril que tendría que estar operativo ya hace tiempo. Pero más vale tarde que nunca. Y debe de ser importante la cosa para que el Ministerio de Fomento, tanto y tanto tiempo rácano con esta infraestructura, le haya dado luz verde, financiación y, de una vez, plazos concretos.

¿Qué toca ahora? Muchas cosas. De entrada, vigilar que el derrotero de los trabajos siga la senda prevista, que se cumplan todas las medidas establecidas de protección medioambiental y que la millonaria rebaja en el coste de las tareas propuesta por la adjudicataria no se convierta a medio plazo en un problema. No se nos vaya a quedar el túnel de Brión por la mitad... Pero, de entrada, no se puede desconfiar de los criterios seguidos por los especialistas que han mirado y remirado para escoger lo mejor.

Y, se ha dicho, tocan muchas más cosas. El ferrocarril a Caneliñas es una apuesta estratégica para que la Autoridad Portuaria capte más clientes, para que se active la terminal de contenedores, para que el tejido empresarial del área de influencia de los muelles se fortalezca, para que se genere empleo... Ahora ya no hay a que echarle la culpa para que todo esto no suceda en el medio plazo. Porque a Caneliñas ya se le va a poner ese ascensor, ese tren para ampliar sus capacidades. Y, desde luego, no está Ferrol para desaprovechar oportunidades.