Megalomanía

Manuel Couce DESDE LA ALAMEDA

FERROL CIUDAD

08 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Si nos fiamos de los mensajes y las aportaciones de nuestros políticos locales que hacen para sacarnos de estas secuelas ingratas que nos dejó el pasado año, el otro, y el otro más, a uno no le queda otra razón que censurar la perplejidad y oportunismo que recibimos de sus altas magistraturas. El vicepresidente del Parlamento de Galicia, Diego Calvo, cuando pasa por aquí aprovecha la oportunidad para lanzar sus habituales «flores a nuestro alcalde». De parecido jardín nos regala el responsable del PP gallego, Miguel Tellado, y el conselleiro Rey Varela, desde su privilegiado puesto de guardián de la lealtad al patrón, también se adorna olvidándose de nuestro vía crucis.

Me perdonarán algunos, pero duele ver como estos altos cargos eluden responsabilidades y compromisos con Ferrol, como si ellos no formaran parte. Si rebobinamos esta vieja película veremos que la Xunta prometió la ejecución del dique flotante, el Ministerio de Fomento el planeamiento de un tramo de la avenida de As Pías, el saneamiento de la ría, el tren a Caneliñas, y los Presupuestos, de uno y otro Gobierno. Me dice un experto que se han reído a carcajadas de esta ciudad.

Sobra decir que cuando algunos llegan a los cargos le afloran los sentimientos patrios, pero cuando hay que coger el toro por los cuernos se olvidan de sus raíces tradicionales y nos hablan del ferrolanismo banal y chormica, y dan unas respuestas a nuestros problemas sobre las que Berlanga hubiera hecho un guion fantástico. Todos sabemos las dificultades que tiene Jorge Suárez en esta corporación tan variopinta, en la que cada uno va a su bola, especialmente la llamada oposición, que no se atreve a ponerle una moción de confianza -y tienen los votos- ni a colaborar en resolver los problemas de interés general, como son los presupuestos locales. ¿No es esto tener políticos antisistema? Todo lo que estamos viviendo los ferrolanos es contradictorio e irreflexivo.

Esperemos que con la llegada de un nuevo año no sigan estos derroteros, y deseamos que esos proyectos tan viejos, de tiempo electoral, se plasmen en realidades, y que la línea timorata que la Xunta tiene con esta ciudad, desde hace años, no siga irritando más a la opinión pública, recordándonos promesas e incumplimientos sistemáticos, y a los representantes ferrolanos allí, dejen de callar como petos que aquí solo vienen a disparar contra un alcalde al que algunos le tienen una megalomanía ridícula.