La etapa 4.0 se forja en la ría de Ferrol

FERROL CIUDAD

ÁNGEL MANSO

La automatización de los procesos, impulsada por la UMI Navantia-UDC, hará de los astilleros un lugar idóneo para el proyecto de las F-110

01 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Unidad Mixta de Investigación creada por Navantia y la Universidade da Coruña continúa avanzando en su propósito de introducir a los astilleros de la ría de Ferrol en la etapa 4.0. Las nuevas técnicas y tecnologías que se están desarrollando permitirán mejorar las instalaciones y, lo más importante, llevar a cabo el ambicioso programa de las fragatas F-110 para la Armada española.

Los especialistas se reunieron esta semana y desvelaron algunas de las claves que forjarán el futuro. «Hay que ir poco a poco, ser prudentes y trabajar día a día», resumió el catedrático Daniel Pena. 

Entorno virtual

Evitar «cuellos de botella» 

Los responsables tendrán la oportunidad de ver en un golpe de vista todo lo que ocurre en el astillero, gracias a la existencia de un diseño global y virtual de la planta. Esto permitirá solucionar los llamados «cuellos de botella» (atrancos) al instante y, además, simular escenarios virtuales. De esta manera se puede saber de antemano si los modelos tanto de los proyectos como de los procesos son los adecuados. 

Automatización

Similitud con la automoción 

La presencia en la jornada de una responsable del Centro Tecnológico de Automoción de Galicia no fue casual. El sector es uno de los más competitivos y, según explicó, con numerosos paralelismos con el naval. En el astillero 4.0 tendría gran protagonismo la automatización, así como la existencia de un ritmo de trabajo constante. La especialista estima que podría existir un flujo de puesta en grada de un bloque cada seis días, una costumbre que reduciría el tiempo del proceso.

Auto ID de tuberías

Localización a distancia 

El futuro contempla que todos los productos de un barco sean inteligentes y estén conectados con el astillero. Por ello, se han planteado para empezar mejorar la identificación y la localización de los tubos, que en una fragata como la F-105 superan los 20.000. Cada uno llevaría una etiqueta que daría una señal. El responsable obtendría el posicionamiento y la información del tubo que eligiese. «Hablaremos con los sistemas de información igual que con las personas», resumieron los ingenieros. 

Software completo

Optimización de necesidades 

Navantia tiene en mente la creación de una herramienta ad hoc para gestionar los pedidos. El programa serviría para conectar la estrategia constructiva, el presupuesto y la compra de acero, entre otras cosas, y así dimensionar de forma óptima las necesidades. Las inversiones para la ampliación de la grúa pórtico de Fene o la incorporación de la robótica podrían estudiarse al detalle. 

Proyecto sin cables

Redistribución y menos peso 

Un buque lleva en su interior entre medio millón y un millón de cables, por lo que resultaría imposible su eliminación. No obstante, con una redistribución de los mismos y la reducción de su peso podría rebajarse la cifra. Desde un teléfono inteligente o una tableta podrían controlarse.