La cifra de usuarios de la Cocina Económica baja a niveles precrisis

FERROL CIUDAD

C.L.

La entidad dejará de prestar en breve el servicio de entrega de comida para las casas

24 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La cifra de usuarios del comedor de la Cocina Económica de Ferrol se ha ido reduciendo paulatinamente a lo largo de los dos últimos años, hasta el punto de que en la actualidad se encuentra al mismo nivel que antes de la crisis. El mayor pico de servicios en el comedor al mediodía se había dado el verano del 2013, con 156 personas, mientras que ahora la media diaria está en 86. Además, hay entre 40 y 45 usuarios que acuden también a las cenas, en las que se sirve un plato caliente y una bebida -leche, cacao...- también caliente y con galletas.

Según el presidente de la entidad, Antonio Tostado, este significativo descenso puede deberse a que la economía en la zona se ha estabilizado, a pesar de que todavía hay mucha gente que lo está pasando muy mal.

Como reto de cara al nuevo año, la Cocina Económica pretende mejorar los servicios del comedor, con la elaboración de dietas específicas para personas con limitaciones alimentarias e incluso con el ofrecimiento de desayunos.

Lo que dejará de prestarse el próximo año es el servicio de entrega de comida y víveres para llevar a los domicilios. En la actualidad se están entregando alimentos a 100 personas de Ferrol y 30 de Narón entre las que hay menores, que diariamente recogen en las dependencias de la Cocina Económica los mismos menús elaborados que se sirven en el comedor y víveres para preparar la merienda, la cena, el desayuno e incluso una ración pequeña para el recreo de los niños.

La Junta Directiva de la Cocina Económica acordó en marzo de este año suprimir dicho servicio y así se lo comunicó a los Concellos de Ferrol y Narón. La previsión era eliminarlo a final de este año, pero los responsables políticos de Ferrol acordaron con la entidad una prórroga de cuatro meses para organizar las entregas y Narón también tiene previsto solicitarla.

La decisión de la Cocina Económica se fundamenta en que la entrega de alimentos no es un servicio propio de la entidad, dado que su función exclusiva es la de comedor presencial, según consta en sus estatutos, sino que se trata de una responsabilidad pública que compete a los concellos.

Los responsables de la Cocina Económica sostienen que mantener este servicio desde una entidad privada es contraproducente incluso para los usuarios, por la merma de su propia autonomía.