Constata que la ruta hacia el santuario cedeirés podría ser un reclamo turístico, pero está abandonada
03 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Mavi Lezcano Estévez comenzó hace casi una década un trabajo sobre el camino hacia el santuario de Teixido que tuvo que interrumpir por cuestiones personales y profesionales. Sin embargo, en el 2015 pudo volver a este análisis y fijarlo como punto de partida para una tesis del doctorado que estaba llevando a cabo en la Facultade de Humanidades. «Todo empezó porque participé en un proyecto -no como investigadora, sino en el ámbito profesional- que se desarrolló en una acción que gestionaba Costa Ártabra y que puso en marcha una empresa de Ferrol: Proife. Ese estudio se denominó Estudio marco de intervención en el Camino de San Andrés de Teixido y se desarrolló desde el 2005», cuenta Mavi, que en los últimos cursos combinó su actividad docente en la escuela de Turismo de A Coruña con la citada investigación el campus de Ferrol.
El parón le sirvió para constatar cómo se desarrolló la promoción del camino a lo largo de una década, ya que pudo analizar la situación cuando elaboró informes para el estudio del 2005 y compararlos con los de los últimos años: «El primer proyecto consistía en estudiar el denominado camino vello, que va desde Narón hasta el santuario y señalizarlo, aunque entonces se incluyó Ferrol por otras razones. Me permitió hacer una comparativa con la situación actual y la gran diferencia radica en el camino ha ido a peor, no hay una gestión conjunta que lo mantenga y tampoco hay una dinamización adecuada que lo dé a conocer».
Cuenta esta experta en Turismo que en los trabajos de campo que realizó para la tesis se encontró con todo tipo de complicaciones para los peregrinos: «En la tesis dejo claro que no se puede decir que las Administraciones no hayan hecho nada, cada ayuntamiento o la Diputación realizaron actuaciones, pero de forma aislada y en la mayoría de los casos no se han mantenido como debieran».
Así las cosas, se topó con señales sepultadas por la maleza y muchos romeros totalmente perdidos. «La mayor parte de los carteles que se pusieron en el 2006 hay que buscarlos en cunetas sin limpiar o están tirados. Hace falta cuidar estos recursos». Ella misma se perdió en varias ocasiones incluso orientándose con mapas topográficos detallados.
Lezcano aporta una propuesta de cara al futuro y que pasa por una gestión conjunta entre diferentes agentes, en especial, entre ayuntamientos y entes supramunicipales. «Ahora mismo cada uno es como si velase por su trocito de camino y así no hay manera. También falta la participación activa de la población». «Todo tiene que estar bien coordinado, ordenado y con un mantenimiento constante», resume.