Chicote, en el mesón Irlanda de Ferrol

La Voz FERROL

FERROL CIUDAD

«La Sexta» emite esta noche el programa «Pesadilla en la cocina» grabado el pasado mes de noviembre

13 oct 2016 . Actualizado a las 22:51 h.

El programa que el popular cocinero Alberto Chicote grabó en Ferrol hace un año se se ha emitido en La Sexta. El capítulo de Pesadilla en la cocina trata sobre cómo reflotar el mesón Irlanda de la calle Dolores. En el avance del programa, el chef televisivo «alucina» con lo platos: « ¡Vaya raciones! Ni que Galicia fuese una tierra de trolls».

No solo le sorprende el tamaño de las raciones, Chicote fue testigo incluso de una sesión de espiritismo que le dejó atónito. 

Chicote pasó varios días en la ciudad el pasado mes de noviembre tratando de renovar la carta de este local del barrio de A Magdalena. A pesar de que el cocinero tuvo jornadas maratonianas de trabajo se paró con todos aquellos que le pidieron selfies por las calles del centro de la ciudad.

Las otras «pesadillas» gallegas

A lo largo de las diferentes temporadas de Pesadilla en la cocina Chicote ha tenido malas experiencias con la cocina gallega, a pesar de que es un enamorado de la gastronomía de la comunidad.

En el Castro de Lugo de Madrid se topó con una cocinera que se encerraba en un cuartucho para rezar con la comida al fuego. Llegó a vomitar al ver y oler algunos de los alimentos que preparaban en un local que no pudo salvar. También en la capital el chef acudió al rescate de un mesón regentado por un gallego, Celso. Y tuvo que emplearse a fondo para relanzarlo: tenía la cocina más sucia e insalubre de las que se han visto en el programa.

Otra tarea hercúlea de Pesadilla en la cocina fue su intervención en el mesón Galicia de Hamburgo. Chicote renovó el establecimiento fundado por emigrantes, pero tuvo que sacrificar -laboralmente- al yerno de su dueño, un emigrante arteixán. 

Polémica en Twitter

El chef visitó la ciudad, para la que recuperó el topónimo de «El Ferrol» en su cuenta de Twitter. Ni diez minutos pasaron para que Chicote entonase el «mea culpa» y devolviese a la urbe naval su nombre oficial.