Una plaga y un hongo minan la cosecha de patatas en Ferrolterra

FERROL CIUDAD

ángel manso

El «mildiu» y la polilla guatemalteca son los causantes de la mala campaña

21 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Este año no hay patatas». Lo dicen tanto los pocos productores que en la comarca de Ferrol se dedican a la comercialización como quienes las plantan para el consumo de la familia. El balance de la recolección de las cosechas de este año no puede ser más negativo: pocas patatas, muy pequeñas y la mayoría de ellas inservibles para el consumo humano por estar horadadas por la llamada polilla guatemalteca.

El responsable de la escasez y el escaso tamaño es el hongo mildiu, conocido popularmente como «a peste», que afectó a la planta al comienzo de su desarrollo, a causa de las intensas lluvias de la primavera y el calor.

Este hongo ya no es novedoso, pero sí lo es la plaga de la denominada polilla guatemalteca, provocada por el organismo nocivo Tecia solanivora povolny, que si bien ya hizo acto de presencia en algunas zonas el año pasado, este se ha extendido a casi todos los patatales.

De hecho, en octubre de 2015 la Xunta de Galicia ya había dictado una resolución declarando la presencia de la polilla guatemalteca de la patata en los municipios de Ferrol, Narón y Neda, y estableciendo una serie de medidas orientadas a su erradicación.

El resultado no fue el deseado, por lo que el pasado mes de febrero la Consellería de Medio Rural dictó otra resolución estableciendo como zonas demarcadas por la existencia de la plaga de cuarentena en la comunidad gallega los concellos de Ferrol, Narón y Neda, en la provincia de A Coruña, y los de Cervo, Foz, Xove, O Valadouro y Viveiro, en la de Lugo.

Ahora, en el momento de la recolección, se ha comprobado que el radio de acción de esta plaga ya se ha ampliado, porque aparecieron varios casos nuevos en los municipios de Fene y A Capela.

La inexistencia de patatas de la zona ha provocado un encarecimiento de los precios, que en algunos casos llegan a duplicar los del año pasado. Según la información facilitada por la empresa Covas Vegetal, en sus plantaciones no hay polilla guatemalteca, pero la peste ha mermado considerablemente la producción. «Só temos patacas medianas e de asar, e en moita menos cantidade que o ano pasado», señala una portavoz. Respecto a los precios, comercializan a 80 céntimos el kilo de la mediana y a 60 la de asar, frente a los 50 y los 30 céntimos del año pasado.

Como consecuencia de este desabastecimiento de patata de la zona e incluso de Galicia, porque otras comarcas, como la de Bergantiños, en las que hay grandes productores también tuvieron problemas con el hongo mildiu, la que viene de fuera también se ha encarecido.

Frutas Volvoreta, que suministra a muchas tiendas y supermercados y también tiene venta directa a los particulares, trae las patatas de Sevilla y Murcia, y ya más adentrada la temporada la importa de Francia.

Por su parte, Patatas Jaime, que suministra a particulares y establecimientos de hostelería, se abastece de productores de Valladolid y casi nunca venden patata gallega. Este año la variedad de carne amarilla la venden a 17 euros el saco de 25 kilos y a 18 la blanca, mientras que el verano pasado estaban en torno a los 13 euros.

La escasez de producto de la zona ha encarecido incluso el tubérculo que viene de fuera