Más de setecientas sillas, 180 urnas y 456.000 papeletas

FERROL CIUDAD

josé pardo

En la logística electoral del 26J participaron en los últimos días una docena de trabajadores municipales

26 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Para que a las nueve de esta mañana todos los colegios electorales puedan abrir con normalidad hay muchas personas que trabajan a destajo desde hace días. En Ferrol serán 90 mesas electorales las que reciban los votos, distribuidas entre 64 secciones y ocho distritos. Y todo ello hay que organizarlo. Una docena de empleados municipales de Estadística, Secretaría, Obras y el Centro de Recursos Informáticos participan en la preparación de la cita. Pero es en los integrantes de la cuadrilla de Obras en los que reside la competencia de la organización logística. Su responsable, Argimiro Marcote Rivera, acumula a sus espaldas más de dos décadas de servicio, y ya ha perdido la cuenta de los procesos electorales que ha preparado. El viernes y ayer él y su equipo se afanaban en la organización de la logística electoral. «O primeiro que facemos é poñer rampas nos colexios que non teñen accesibilidade», detalló. A saber, las Mercedarias, las Discípulas y los locales sociales de Ultramar y San Xoán -donde la que existe no permite el giro de las sillas de ruedas-. Una vez en los colegios, los operarios montan cabinas, las 180 urnas -dos por cada mesa electoral- y disponen el mobiliario necesario, incluidas ocho sillas por cada mesa: para tres sus integrantes, el presidente y los dos vocales, y las otras cinco para interventores de los partidos, hasta un total de 720. Y esta mañana madrugarán para repartirse e ir abriendo todos los colegios desde las ocho. También serán los que se encarguen de cerrarlos por la noche o ya de madrugada, cuando acabe el escrutinio.

De colocar las papeletas en su lugar adecuado -dentro de las cabinas y también en las mesas dispuestas en los locales- se encargarán el presidente de cada mesa, a los que se les deja en la mesa un paquete con la documentación necesaria. La Delegación del Gobierno ha remitido esta vez 46.000 papeletas de cada una de las principales formaciones, PP, PSOE, Ciudadanos y En Marea, y 36.000 de cada una de las restantes. Para el Senado se han recibido 56.000, que cubren el 95 % de la totalidad del censo ferrolano. En total, 456.000 hojas de las que si votase la totalidad de los llamados a las urnas solo se utilizarían una tercera parte. Pero es necesario garantizar que haya el número suficiente para atender la demanda que se pueda producir.

Cerraduras atascadas

Como Marcote, quienes acumulan décadas de experiencia y decenas de procesos electorales recuerdan algunas anécdotas. Hace seis meses en la sede del sindicato UGT no abría la puerta, y hubo que forzarla. «Eso pasa con frecuencia», señala el responsable de la cuadrilla de Obras. «Antes era frecuente que pusieran palillos en las cerraduras, ahora pasa menos. Ahora si no abre es porque se estropeó la cerradura», analiza. Pero hay también quien recuerda que en otra cita anterior al llegar a abrir el colegio electoral del instituto Concepción Arenal se encontraron con que no había luz y los cuadros de los interruptores estaban en dependencias del centro cerradas bajo llave. Tras unos momentos de deliberación y para evitar que se dilatase el inicio de las votaciones se decidió avisar a los bomberos para que la abriesen.

Durante el día, la cuadrilla descansa cuando puede. Siempre de be quedar alguien de retén «por si rompe una cabina o una urna» y al servicio de lo que requiera la junta electoral. Además del trabajo físico, lo que más pesa a estos operarios es la responsabilidad de que «todo esté perfecto». Y eso no está siempre asegurado, porque «aunque lo tengas preparado de hace tiempo, como no depende todo de ti algo siempre puede pasar». Si pasa, «tienes que moverte ágil y solucionarlo lo antes posible para que no se queje nadie».

A Marcote y su equipo les queda hoy una larga jornada laboral por delante.