José Ramón Franco, presidente de la Asociación de Empresarios Ferrolterra, advierte de que «en la eólica marina nadie nos va a regalar nada» pero dice que seguirán peleando
25 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Una década lleva José Ramón Franco al frente de la Asociación de Empresarios Ferrolterra (AEF), que esta semana celebró su asamblea anual, aunque su vinculación con la entidad se remonta a veinte años atrás. Dirige una patronal, con sede en Narón, que cuenta con más de 200 socios, aunque antes de que la crisis se llevase por delante a muchas empresas llegó a tener casi el doble.
-En una encuesta que hicieron a los empresarios de la asociación estos subrayan la mala imagen que aún se tiene de este territorio. ¿Lo perciben así?
-Seguimos arrastrando un sambenito pero no obedece a una realidad constatable. La gente habla mal de Ferrol y nosotros mismos también. La imagen que tenemos por ahí fuera no es buena, no es que sea negativa, pero sí de crisis y de lamentaciones permanentes y de reconversiones continuadas.
-¿Hoy ya no se escuchará eso de que aquí no vienen las empresas porque hay sindicatos muy reivindicativos?
-No, qué va! No hay esa idea de zona conflictiva, pero sí de una zona permanentemente llorando y eso nos perjudica. Tenemos una capacidad de aguante ilimitada, de supervivencia que no la tienen otros sitios, pero toda esa parte positiva de reacción ante la adversidad se queda en un segundo plano respecto a todo lo demás. Y tenemos el mérito de haber peleado durante muchos años, no hemos conseguido entre todos llevar a la comarca a buen nivel pero tenemos una resistencia muy alta y eso se valora poco. Sigue habiendo un gran desconocimiento de los potenciales de esta zona.
-Una de las asignaturas pendientes de los empresarios es la cooperación, en una zona en la que la industria naval ha lanzado innumerables mensajes de la necesidad de unir esfuerzos para poder competir con los grandes.
-Esto no es exclusivo de Ferrol, sino que yo creo que sucede en toda Galicia. Tiene que ver con algo cultural, del carácter desconfiado del gallego. La UTE Navantia-Windar marcó una referencia, enseñando que una empresa privada y una pública pueden llegar a una alianza estratégica para llegar a un mercado que sabían de antemano que no podrían llegar a él ninguno de los dos por libre. Nos debe de hacer pensar un poco a todos, tenemos que especializarnos y sumar capacidades y buscar sinergias entre todos los empresarios, bien seamos del mismo sector o de sectores complementarios.
-En la comarca se habla mucho ahora del Astillero y la industria 4.0 y del salto tecnológica a dar. ¿Cuál es la disposición empresarial?
-En el ambiente que se respira hay voluntad. Empieza a haber conocimiento y conciencia suficiente. Hay empresas que estamos intentando actualizar todos nuestros sistemas, los de información, de gestión y los productivos. Estamos en un momento distinto en cuanto a la crisis y se respira de forma diferente que hace dos años. La gente ya empieza a tener claro que hay un futuro por delante, que vale la pena luchar por él y que esa lucha va a estar muy en el ámbito de la actividad industrial avanzada pero también en el capital humano. No va a haber gran debacle de los oficios de base, pero hay que incorporar personal preparado y con interés en prepararse más.
-¿Cuás es la percepción de la situación actual por parte del empresariado?
-El 2014 fue un año de cierta transición, donde ya habíamos recibido la mayor parte de las bofetadas. Vimos que el 2015 arrancaba de forma diferente: bajó el precio del dinero, empieza a aumentar la disponibilidad de crédito y vimos que se dejaba de caer. Ahora hay buenas expectativas, y algunas están basadas en Navantia, es indiscutible. Hay un mercado abierto que va a costar consolidarlo, que es la eólica marina, no nos van a regalar absolutamente nada, pero estamos en condiciones de seguir peleando en este mercado. Las empresas podemos contribuir a reducir el precio de implantación de los megavatios en este sector.
-¿Cómo?
-Tenemos que fabricar a un precio muy competitivo pero por la vía del ajuste salarial solamente no se va a conseguir absolutamente nada. Tenemos que reforzarnos en el ámbito productivo, rentabilizando al máximo posible el horario laboral y dotarnos de medios y de capacidad técnica. No podemos pensar que el factor coste/hombre es el único elemento competitivo. Pero creo que la productividad en la zona es muy mejorable.
-Haga una porra. ¿Cuántos proyectos optarán este año a la convocatoria de ayudas al Plan Ferrol?
-Creo que pocas. El Ministerio no aceptó las recomendaciones que le hicimos y sigue habiendo cuestiones muy difíciles de cumplir y tampoco es fácil lanzar inversiones.