Juan Fernández Vilela, el ferrolano que le marcó un gol a Brasil: «Los Juegos fueron lo máximo»

FERROL CIUDAD

Juan Fernández Vilela, con el diploma olímpico de México 68, donde la selección española fue quinta)
Juan Fernández Vilela, con el diploma olímpico de México 68, donde la selección española fue quinta) M.MORALEJO

El exfutbolista del Racing y del Celta repasa su carrera y el tanto que anotó a la «canarinha» en el estadio Azteca en 1968

20 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde el barrio de Esteiro, Juan Fernández Vilela (Ferrol, 1948) se convirtió en México 1968 en el primer olímpico ferrolano. Marcó el gol del triunfo ante Brasil y contribuyó al diploma de la selección, que cayó en cuartos ante la anfitriona. A apenas mes y medio de la cita de Río 2016, repasa toda su carrera. «Nací en Esteiro, en la calle Barquillo, justo al lado del local social. Jugábamos en Batallones y en campos de barro y carbonilla. Pasé un año en el Esteiro y luego ya fiché por el Racing juvenil. La temporada siguiente la disputé con el Arsenal en una Tercera bastante fuerte. Jugaba como interior o delantero centro en función de las necesidades del equipo. En el Arsenal, por ejemplo, estaba el delantero argentino Larraz, que era mayor y yo trataba de aprender de él».

-Con el Racing acarició el ascenso en 1969.

-En la liga 1967/68 había dos grupos y nos tuvimos que clasificar para jugar la promoción contra el Salamanca, y nos salvamos. En la siguiente temporada estuvimos 19 partidos sin perder, pero caímos en Indautxu y en Burgos, acabamos cuartos y al final subieron el Celta, el Mallorca y el Sevilla.

-Jugó en varias selecciones españolas de categorías inferiores y estaba en el Racing cuando le convocaron para la cita olímpica de México 1968.

-Sí, en realidad durante los Juegos ya se había empezado la liga 1968/69. Y me acuerdo de que el último partido que podía jugar en Ferrol ya no lo disputé para no arriesgarme a una lesión. Los Juegos ya eran un acontecimiento inmenso. Recuerdo verme en una sala con todos los deportistas y quedarme medio dormido, como en un sueño, y al despertarme decir, ‘sí, es cierto, estoy aquí en los Juegos’. Fueron lo más grande de mi carrera. Todos íbamos con ficha amateur. Estaban Benito, Grande, Asensi, Jaén, Igartua, Barrios, Ochoa, Mora...

-Fueron unos Juegos especiales.

-Sí, coincidí con John Smith y el poder negro. Fueron los Juegos del récord de longitud de Bob Beamon [con 8,90 metros]. Una cosa es verlos y otra que lo vivas tú. Eduardo Toba fue el seleccionador que nos clasificó y a México fue Santamaría. El gol a Brasil fue el único que metí en la selección. Abandoné la banda para aprovechar un balón y marcar.

-Luego en cuartos se quejaron de un arbitraje casero en el cruce contra México.

-Sí. Nos pitó un ruso y creo que el partido estuvo arreglado por alguien. De entrada, teníamos que jugar en el estadio Azteca y el partido se trasladó a Puebla. Luego nos anuló un gol... Creo que con un arbitraje normal pasaríamos. Aunque México tenía una selección muy buena, la que luego jugó el Mundial de 1970.

-No pudieron ir a la ceremonia de apertura.

-No, recuerdo que teníamos partido al día siguiente y los que íbamos a jugar no pudimos ir. Acudió algún compañero suplente. Fue una pena.

-Y jugó 11 años en el Celta, donde vivió el debut en la UEFA.

-Sí, de 1969 a 1980. Y conseguimos jugar la UEFA [en la campaña 1971/72 contra el Aberdeen]. Aunque en aquella época no se le dio el bombo que se le da ahora a que un equipo se meta en Europa. Perdimos por 0-2 aquí y por 1-0 allí. Pero hicimos un papel muy digno con muchos jugadores de aquí, con gallegos como Manolo, Costas, Herminio, Cesáreo, Rivera o Suco.

-Luego terminó su carrera en el Pontevedra.

-Yo ya jugaba con los veteranos del Celta, pero un día vino a Balaídos el presidente del Pontevedra y se sentó detrás de mí. Me pidió echar una mano, le expliqué que ya no jugaba y me insistió. Pasé allí dos temporadas y media. Con el Pontevedra jugamos en una Segunda B con el Dépor y el Celta.

-Le marcó a Brasil y anotó con el Celta el 0-1 de un derbi en Riazor. Metió goles importantes.

-Puede ser, sí. Aunque en los 15 o 18 partidos que jugué entre las selecciones juvenil, sub-19 y sub-21, solo le metí ese gol a Brasil. Me faltó jugar con la absoluta. Aretio me habían avisado de que Kubala me llevaría al partido contra Yugoslavia de 1977, en el que España se jugaba la clasificación para el Mundial de Argentina 1978. Pero me lesioné un mes antes en la rodilla. Aquel partido fue el del botellazo a Juanito.

-¿Cómo era Kubala como seleccionador?

-Me llevó a la sub-19 y a la sub-21. Lo que más aprecias es el trato. Era muy cariñoso. Lo fue todo en el fútbol y llegaba a la selección y te daba toda la confianza, como si te conociese de toda la vida. Pero también tuve otros grandes seleccionadores, como Toba, Santamaría, otra gran persona...

-En el Celta llegó a ser segundo entrenador. De Colin Addison y de Maguregui.

-Addison era inglés y nos entendíamos casi por señas. No había tanta comunicación. Pero hizo una buena labor. Maguregui había sido mi compañero y como entrenador era muy efectivo, iba al resultado. También entrené a chavales. Hasta hace unos años lo hice. Participé en tecnificación y demás. Es algo bonito. El Celta hace muy bien esas cosas. Pero tuve una arritmia y lo dejé.