El milagro

José Varela FAÍSCAS

FERROL CIUDAD

22 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Si con el futuro de nuestra ciudad no sucediese lo que con la meteorología, que todo el mundo habla del tiempo pero nadie hace nada al respecto, probablemente a estas alturas el elemento axial del debate ciudadano, sea esto lo que sea, no estaría en las consabidas banalidades políticas sino en la búsqueda del camino más eficaz hacia la diversificación industrial. Porque es esta que vivimos una de las escasas coyunturas que permiten plantear el asunto de manera si no más sosegada, al menos con menores tensiones que las habituales. Es ahora cuando la principal empresa de Ferrol tiene el horizonte despejado por lo menos durante unos años. Y, si bien el margen temporal no es excesivo, sí hace posible desplazar a Navantia del epicentro de la crisis, algo muy poco frecuente desde hace muchos años. Hasta la fecha, todas cuantas decisiones y medidas adoptó el Gobierno para afrontar la nunca resuelta situación económica de la comarca lo han sido en medio de presiones y bajo el apremio de la falta de tiempo. Y del mismo modo que no sería justo decir que no se han liberado cuantiosos fondos públicos, tampoco lo sería concluir que con los planes emprendidos se ha resuelto el problema. La prisa es mala consejera, y si va acompañada de clientelismo político resulta nefasta. Los efectos están a la vista o en las cuentas de algunos sinvergüenzas. Por eso, aunque parezca un milagro, sería conveniente que quienes tienen en sus manos la representación de los ciudadanos, con la colaboración que reclamen necesaria, asuman el papel que se espera de ellos. Pero para ello es necesario que previamente abandonen el tactismo cortoplacista, haya o no elecciones ¿Un milagro?