¿Quién ha robado el mes de abril?

Antía Urgorri Serantes
Antía Urgorri CRÓNICA CIUDADANA

FERROL CIUDAD

19 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Como los osos que salen de la cueva tras hibernar todo el invierno, los ferrolanos asomaron el domingo y ayer la cabeza y ¡oh, dios mio, no llueve!. Hordas de gente tomaron paseos marítimos, parques y arenales en busca de esos esperados rayos de sol, tan ansiados esta primavera que no acaba de llegar. La mala noticia es que este espejismo primaveral tiene las horas contadas y seguramente cuando se levanten hoy ya tengan que coger el paraguas del que dudosamente se podrán despegar en torno al domingo o el lunes, aunque la cosa no está nada clara.

Para que se hagan una idea de lo mucho que ha llovido en este 2016, en lo que va de año los pluviómetros que MeteoGalicia tiene instalados en A Cabana han recogido 1.072 litros por metro cuadrado. En todo el año pasado apenas se superaron los 1.050 litros. Sí, eso quiere decir que la segunda mitad del invierno y el arranque de la primavera han sido más lluviosos en Ferrol que todo el año pasado junto.

Tal cantidad de lluvia en un período tan corto de tiempo ha empezado a generar grandes problemas de humedades en distintos puntos de la comarca, especialmente en aquellos parques de viviendas más deteriorados, como es el caso de Recimil. Una familia mostraba hace unos días la humedad, moho y filtraciones de agua que tienen debido al mal estado del tejado. Mientras no se les da una solución, muchos vecinos se están viendo abocados a tener que buscar alojamiento alternativo. Aseguraban que hasta que no llegue el buen tiempo, pare de llover y se sequen las viviendas no podrán arreglar la instalación eléctrica. Una situación infrahumana que ocurre en pleno centro de Ferrol.

Otro caso similar, aunque en este caso debido a defectos de la construcción, salía a la luz hace unos días en Ares, donde un propietario de un bajo de una urbanización de reciente construcción, en manos de un banco, denunciaba que su mujer había tenido que ser ingresada en varias ocasiones por problemas respiratorios debido a la humedad que hay en su vivienda. Solicita al banco la dación en pago de la hipoteca por su sueldo para poder alquilar otra casa.

Está claro que la lluvia no tiene la culpa de todo, pero cuando se abandona hasta límites insospechados el mantenimiento y arreglo de las viviendas, como ocurre en Recimil, o se construyen pisos nuevos con fallos en la impermeabilización y pésimas condiciones del hormigueado, como acontece en esta urbanización en Ares, el resultado es un arranque de año muy complicado.

Hoy parece que regresan los chubascos aunque el frío da una tregua. Como diría Sabina, ¿quién nos ha robado el mes de abril?